Una vida dedicada al deporte blanco

GUADALAJARA, JALISCO.- Salvador Lasso ha estado más de cinco décadas ligado al tenis, primero como jugador, y los últimos 42 años transmitiendo sus conocimientos a las futuras generaciones de este deporte como entrenador en el Guadalajara Country Club.

“Yo me inicié en el tenis a la edad de ocho años, en 1952, en el Club Atlas Paradero. A los nueve años fui campeón nacional infantil y juvenil”, recuerda Don Salvador.

“A los seis años yo iba a echar clavados al balneario Lindo Michoacán, y al cumplir los ocho invitaron a mi papá para que llevara a mis hermanas, que eran nadadoras, a que compitieran en el Atlas Paradero, y Don Ramón Palafox invitó a mi papá a ser socio del club y nos hicimos Atlas de corazón desde entonces.

“Ahí empecé a jugar, y a los once años yo ya iba a los torneos como jugador de primera fuerza y jugaba contra Toño Palafox, Juan Carlos Mendoza, quienes ya tenían como 20 años, pero yo les daba batalla”.

Múltiple campeón nacional juvenil en repetidas ocasiones, Salvador Lasso llegó a ocupar el cuarto lugar a nivel nacional, lo que le valió para tener su primera experiencia en un certamen internacional, en Corpus Christi, Texas, donde llegó hasta la instancia de semifinales.

Pero su etapa como jugador no fue muy larga; sin embargo, nunca ha dejado de lado el deporte blanco.

“En aquel tiempo el profesionalismo no existía mucho, era cuando empezó Raúl Ramírez a quedar campeón, en el 75, y ya ahí yo tenía 24 años, así que se me había pasado el tiempo”.

Sin embargo durante su etapa como jugador tuvo la oportunidad de enfrentarse a verdaderas figuras del tenis mexicano.

“A mí me tocó jugar con Toño Palafox, con el ‘Pelón’ Osuna, con Mario Llamas”.

El Guadalajara Country Club, su segunda casa

Pero, después de demostrar su alto nivel como jugador, encontraría una nueva faceta como entrenador, actividad que hasta la fecha, a sus 62 años, desempaña día a día en el Country.

“En 1964 empecé a ir a jugar al Guadalajara Country Club con el ‘Grandote’ Guerra, Óscar Gutiérrez, el ‘Pájaro’ Leal, Juan Hernández y mucha gente más, y me invitaban a jugar los miércoles y los sábados, cuando estaba Gonzalo Mendoza de profesional ahí.

“Quien realmente me metió a trabajar en el Guadalajara Country Club fue Guillermo Rodríguez, que me sacó un permiso para ir a darle clases a sus hijos, porque antes yo entraba al club de contrabando”.

Desde entonces, Don Salvador ha enseñado a jugar a grandes tenistas que llegaron a tener importantes logros, cumpliendo 42 años dedicados a la enseñanza del deporte blanco.

“En el Country ¿quién no conoce a Salvador Lasso?, porque casi a todos les di clases, como a Juan Hernández y a toda su familia, tanto a Juan, Claudia, Anabela e Ismael, a todos los hermanos.

“A nivel profesional, como entrenador, pues he sacado a Juan Hernández, que quedó campeón nacional; Jorge Esqueda, que fue campeón nacional dos veces en el Casablanca; David Roditti, a quien también le di clases, y a Claudia Hernández”.

Aunque se mantiene activo y de vez en cuando todavía juega, su verdadera pasión está en la enseñanza, ya que actualmente da clases a niños y mayores en el Country, quienes pueden presumir que han aprendido de uno de los mejores jugadores que ha dado nuestro Estado.

“Me ha dejado muchas satisfacciones como jugador, eso es una cosa grandísima, porque he sido campeón y he conocido casi toda la República Mexicana por medio del tenis.

“Como profesor es un orgullo haber sacado a jugadores como Juan Hernández, David Roditti y Jorge Esqueda, que han sido para mí los mejores”.

Salvador Lasso asegura que planea seguir enseñando y jugando tenis hasta que las piernas le aguanten, ya que es el deporte que le ha dado todo en su vida.

FRASE:
“Yo quisiera morirme en el tenis, que me diera un infartito jugando”.