Una despedida llena de emociones

MÉXICO, D.F.- Al momento de dirigir su mensaje, en donde explicaría las razones por las que se retira del golf como integrante activa de la LPGA, Lorena Ochoa hizo todo lo posible por guardar la compostura.

Pero no pudo. Le ganaron las emociones, y no fue la única a la que le ocurrió eso.

A Ochoa la traicionó el llanto por momentos, tanto cuando hablaba como cuando escuchaba los mensajes que le dirigían. A su hermano Alejandro, se le quebró la voz cuando dirigía su mensaje. Lo mismo le ocurrió a su hermana Daniela.

Fue una mañana especial la que se vivió en el Centro Banamex, donde la golfista mexicana confirmó que se aleja del golf para dedicarle más tiempo a su familia y a las actividades altruistas con la fundación que lleva su nombre.

“Quiero regresarle a mi familia algo del tiempo que sacrificamos”, dijo la tapatía, “disfrutar las cosas de la vida”.

El salón donde se efectuó la conferencia estuvo a reventar. En la primera fila, enfrente del presidium encabezado por Lorena, estaba su esposo, Andrés Conesa, acompañado por los padres de la jugadora, Javier Ochoa y Marcela Reyes, además de dos de sus hermanos, Javier y Daniela.

Una fila atrás, estaba la familia de Conesa y amigos de Lorena. Nadie se quiso perder esta experiencia. Ni siquiera el gobernador de Jalisco, Emilio González Márquez, quien fue enlazado vía telefónica con la golfista mexicana.

“Quiero agradecerte que hayas puesto en alto el nombre de Jalisco durante tanto tiempo”, mencionó González Márquez.

Lorena habló sin rodeos. Recordó que su paso por la LPGA no sería eterno, y que era momento para dedicar su tiempo a otras prioridades. Aunque dejó la puerta abierta para regresar a los campos en el futuro, jugando ciertos torneos, entre ellos su evento en el Guadalajara Country Club,

“Me voy con la cabeza en alto y una sonrisa enorme”, afirmó, “les puedo decir que soy la mujer más feliz de la tierra”.