Una cascarita inolvidable

GUADALAJARA, JALISCO (06/AGO/2010).- "Toño" Pérez Mendoza no es solamente un deportista que se exige al máximo para ganar en sus competencias. Fuera de las pistas y más allá del vértigo de la velocidad, el piloto tapatío es afecto a realizar labores sociales poco comunes.

Ayer acudió al penal de Puente Grande para convivir con los presos y jugar contra ellos en un partido de futbol.

El joven automovilista entiende que en la vida no siempre se eligen los caminos adecuados, pero no por ello él condena a quienes se equivocaron, al contrario, y como una forma de llevar un poco de alegría en esos espacios aislados de la civilización, Toño se propuso estar con esa gente, aunque fuera por unos momentos.

“De hecho el que propuso esto fui yo, mi pasión después del automovilismo es el futbol, yo quería hacer una actividad relacionada con el futbol, entonces invité a varios amigos pilotos con los que mejor me llevo para que me acompañaran.

Después, buscando al equipo rival se me ocurrió hacer una actividad ahí, ya he ido al reclusorio de mujeres que está en Puente Grande, y ahora propuse jugar con ellos, todos los pilotos aceptaron encantados. Es regresarle algo a la vida, nosotros hemos sido muy afortunados de hacer lo que queremos, de tener las oportunidades que se nos han presentado, quizá ellos están pagando un error que cometieron en la vida, pero todos son magníficos seres humanos, me ha tocado estar con ellos y la verdad que es muy satisfactorio el poder tener esta actividad con ellos, te llenas de orgullo, de ganas de luchar por la vida porque sabes que ellos se jugaron todo por sus familias”.

La imagen que se tiene de un deporte como el automovilismo es que sólo está al alcance o que está dirigida a las clases sociales altas, pero "Toño" considera que al acercarse a los presos es una forma de decir lo contrario para sacudir ese concepto.

“Eso es relativo, mucha gente etiqueta el automovilismo como un deporte elite. El automovilismo en México y en el mundo es un deporte para todo tipo de personas, yo creo que desde alguien que tiene dificultades para caminar como es Alex Zanardi, quien no tiene dos piernas y está arriba de un auto de carreras; hay gente que ha venido desde abajo y ha hecho cosas magníficas en el automovilismo. Es un poco acomplejado esa etiqueta que le ponen, es muy difícil llegar por los altos costos, pero sin lugar a dudas es para todo tipo de personas, y muchas veces para esas personas puede ser inalcanzable el estar cerca de un piloto o de un evento deportivo de esta magnitud, pero para nosotros también es importante estar cerca de ellos y hacerles ver que todo es posible en la vida, sólo hay que hacer las cosas correctamente”, aseveró el piloto jalisciense.

Omar Fares Parra