Tena cumple objetivo

CARSON, ESTADOS UNIDOS (28/MAR/2012).- Pareció ser el único conforme con el engorroso trámite. Sereno, Luis Fernando Tena caminó al vestuario, mientras los poco más de 10 mil aficionados que acudieron al Home Depot Center celebraron mesuradamente la gris victoria sobre Panamá (1-0).

El estratega cumplió su objetivo, aunque sacrificó el espectáculo en pos de lograrlo. Ahora más que nunca tiene claro quiénes son los hombres encargados de llevarlo al olimpo. Muchos de éstos se quedaron en la banca anoche.

Somnífero encuentro, sólo útil para oficializar la clasificación mexicana como líder del Grupo B, comprobar que existe diferencia entre algunos titulares y sus suplentes, además de otorgar cierta dosis de confianza a Érick Torres.

Alan Pulido jugó un gran partido desde la banca. “El Flaco” prescindió de él, al igual que del capitán Hiram Mier, Héctor Herrera, Israel Jiménez, Dárvin Chávez y Marco Fabián. Los últimos tres ingresaron durante el segundo tiempo... Muy tarde para cambiar el rostro a un equipo enlodado, sin imaginación para crear peligro.

Jerónimo Amione y “El Cubo” Torres tuvieron la oportunidad que tanto anhelaban. Sólo hicieron más grande la figura del hombre que ha marcado cuatro tantos en el selectivo. El “¡Pu-li-do, Pu-li-do!” que retumbó en las gradas fue una petición ignorada.

La marca perfecta se salvó gracias a aquel balón que Torres recogió en el área cerca del ocaso. Fue su única gran opción de gol. No desaprovechó (90’). Anotación reconfortante para quien la pasó mal durante su debut en el torneo.

Las ilusiones de volver a presenciar la “aplanadora negra” fueron despedazadas por un equipo que jamás encontró coordinación, mucho menos desequilibrio. Su mayor progreso fue evitar que Liborio Sánchez también marcara diferencia en los segundos 45 minutos.

El portero del Querétaro impidió que los panameños tomaran la ventaja antes de llegar a la primera media hora de juego. Varios gritos, mayor concentración y dos ajustes del “Flaco”, fulminaron el peligro... Y el ímpetu del público.

Respaldo que mutó en una intensa lucha con los aficionados hondureños que permanecieron en las tribunas hasta el final de la doble jornada. Los catrachos silbaron a los jugadores mexicanos; la respuesta fue un sonoro “¡3-0, 3-0!”, a propósito de lo ocurrido el domingo.

Estampas que reflejaron lo sucedido en un duelo protagonizado por un conjunto plagado de cambios y otro que llegó eliminado al silbatazo final.

Javier Aquino mantuvo la picardía que hizo añicos a trinitarios y hondureños. El problema es que Tena lo colocó por la banda izquierda, en su afán por darle cabida a Javier Cortés. El habilidoso futbolista del Cruz Azul perdió valiosas fracciones de segundo cada que se acomodó el balón a la diestra para realizar servicios al área contraria; ninguno de los que intentó con la zurda llegó a algún compañero.

Eso explicó la desesperación que irradió y que fue externada por casi todos los seleccionados, a quienes el gol se les fue sin Pulido ni Fabián de inicio. La entrega y orden se mantuvieron casi intactos, pero resultó poco en comparación a los mágicos 180 minutos que regalaron.

Salvador Reyes se desgañitó al tratar de hacer reaccionar a la Selección. El auxiliar de Luis Fernando llamó la atención a varios chicos. Esfuerzo estéril. Espectáculo muerto.

A su lado, impávido, El Flaco pareció ser el único conforme con un futbol tan oscuro como el uniforme de su equipo. Torres lo maquilló un poco. El entrenador cumplió su objetivo: tiene claro con quiénes jugará el sábado, ante Canadá, el encuentro que otorgará el boleto a los Juegos Olímpicos de Londres.