Son grandiosas y son mexicanas

GUADALAJARA, JALISCO (24/OCT/2011).- El equipo mexicano de baloncesto femenil volvió a demostrar que en las mujeres el país tiene sus mejores esperanzas. Poco a poco fulminaron a sus rivales de grupo y esta noche eliminaron a las favoritas para disputar el metal dorado. México ganó en semifinales contra Colombia 64 a 58, regresando la locura al domo del CODE.

Erika, La Cucha, Gómez es la capitana y se lo tiene bien ganado. Es la "Magic" Johnson mexicana; sirve de poste, reparte, jala la marca, ocasiona tiros de castigo, le mete hielo a la pelota cuando es necesario. Es sin duda, la mejor jugadora del seleccionado comandado por Raimundo Santana. Y, sobre todo, demuestra que sus 35 años son de experiencia pura.

El partido comenzó con mejor movimiento de las nacionales, se fueron arriba en el marcador hasta el medio tiempo teniendo ventajas por arriba de los ocho puntos. Poco a poco las chicas mostraron mejor desenvoltura acallando las voces de quienes decían que su reciente derrota frente a Estados Unidos pintaría el futuro nacional. Eso sí, después del medio tiempo las chicas regresaron con soberbia en las piernas.

El tercer cuarto del partido fue de las colombianas, quienes aprovecharon los errores a la ofensiva de la escuadra nacional; y no sólo alcanzaron sino que en algunos momentos rebasaron en el marcador. Minutos antes de eso, México trataba de mantener la ventaja. Faltando 4 minutos  de la tercera parte, Colombia empató y las cosas se igualaron también en la cancha. En un toma y daca, ambos equipos se estuvieron alcanzando en el marcador, con la iniciativa para el equipo tricolor.

Ya para los últimos 10 minutos de juego, las desconcentraciones entre ambas escuadras se notaron. Los constantes cambios hechos por el equipo sudamericano cortaban el buen ritmo con el que lucía México. La presteza de La Cucha al repartir el balón, al igual que la destreza con la que Margarita Silva recorrió la duela, ofendieron al equipo sudamericano, quien a segundos del final comenzó a mostrar desesperación al cometer faltas penalizadas con tiros de castigo que las nacionales resolvieron de buena manera.

El público hizo propia la fiesta. Los policías federales entendieron, y permitieron que dos hombres recorrieran el graderío pidiendo el apoyo de las suyas. En los "tiempo fuera" el sonido local hacia lo suyo, gritaba ¡México, México! Cuando las colombianas hacían tiros de castigo el domo se estremecía para tratar de desconcentrar a las cafetaleras. Faltando 7 segundos para finalizar los nervios estaban en su punto de colapso.

De nuevo la chicharra final fue el parte aguas de la fiesta. Una fiesta que se puede prolongar mañana, cuando México enfrente de nuevo a Puerto Rico, a quien ya venció en la etapa de grupos, y con ello demuestre lo que esta nota ha dicho: Son grandiosas y son mexicanas.