Sin retorno

Mientras deshojan la margarita de si venden al equipo o no, aunque tiene todos los indicios de que no sucederá al menos por las buenas, la actual directiva del Atlas ha hecho su chamba y en la medida de sus posibilidades está haciendo el esfuerzo para reforzar al equipo de la mejor manera para lo que será un crucial Torneo de Clausura 2011 para los Rojinegros, en el que se van a jugar la permanencia en la primera división; el panorama de la afición y de los directivos es tan optimista o tan catastrofista, dependiendo con la afinidad que se tenga con la actual dirigencia, la realidad la sabemos todos, el peligro es evidente y el riesgo es muy alto.

Es opinable si las decisiones tomadas por Carlos Martín Del Campo son acertadas o no, pero sí encuadran dentro de cierta lógica; por diversas razones a todos los extranjeros los borraron, Achucarro, Vera, Ortega, Fuentes, y como Alfredo Moreno al ser naturalizado, las cinco plazas de extranjeros han quedado vacantes y serán ocupadas por el portero chileno Miguel Pinto, el defensa colombiano Wilman Conde, el delantero hondureño Carlo Costly, los brasileños Lucio Flavio Dos Santos y Elías Ribeiro, más José Alfredo González Thauilán y el argentino naturalizado: Lucas Ayala; hay interés por Braulio Luna y Daniel Arreola para que engrosen la filas atlistas. En algunos casos hay antecedentes de la capacidad de estos nuevos elementos otros en cambio es un apuesta muy a lo Atlas, confiando en el buen ojo de Rafael Lebrija para decidirse por la contratación de estos jugadores; el margen de error es mínimo.

La directiva no se quedó cruzada de brazos viendo como la casa se cae, pero lo contratado no garantiza nada; será responsabilidad de Benjamín Galindo hacerlos producir en la cancha dando por hecho que el propio técnico dio su visto bueno para las contrataciones.

Hasta aquí, se tiene que reconocer que la directiva del Atlas lo ha hecho bien, pero tendrá que seguir haciéndolo hasta el final de nada sirve apuntalar al equipo si hay atrasos con el pago de salarios, si se permitirán canonjías y liderazgos mal entendidos que sólo dividen vestidores e incrementan antagonismos. No hay margen de error el pago del sueldo de cualquier trabajador es una obligación, el armar un equipo para evitar que descienda también lo es.

Razonable son de quienes cuestionan que durante el próximo torneo  no se presente la problemática económica que genera consecuencias en el terreno de juego. Seria aconsejable que por lo pronto aclararan cuestionamientos populares plenamente argumentados, ¿Cómo contratan a tantos jugadores si a los que tienen aun les deben?

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