Dos retenes instalados; uno por Ayamonte y otro en el acceso por avenida Aviación. Revisaron automóviles al azar y el ingreso a las inmediaciones del inmueble fue fluida. No así la entrada al estadio. Y es que se retrasó la entrada de los aficionados al coloso debido a los detectores de metales instalados en los accesos a éste, que al parecer, llegaron para quedarse. Largas filas hicieron los seguidores que asistieron al Omnilife, incluso muchos se perderían la anotación tempranera del conjunto moreliano, obra de Jorge Zárate, ventaja con la que el equipo visitante se fue al descanso. En esta ocasión no participó la Policía Estatal. EL INFORMADOR / ROBERTO ALARCÓN