GUADALAJARA, JALISCO (14/JUL/2017).- Por más campañas mediáticas que se realizan, buscando que la afición se abstenga de gritar al portero rival cuando despeja, la afición mexicana lo siguió haciendo anoche en Denver, Colorado, en el partido que el Tricolor empató con Jamaica 0-0 y es que en cada oportunidad en donde el arquero caribeño Andre Blake despejaba en saque de meta, llegaba el famoso clamor homofóbico tan penado por la FIFA.El máximo organismo rector del futbol a nivel mundial, la FIFA, ayudó en lo que pudo a la FEMEXFUT y es que arengó a un grupo de aficionados al deporte de las patadas, entre niños, jóvenes y adultos, con la intención de que cambien las cosas y se modifique el tan famoso y despreciable grito, que se utiliza en los partidos de la Liga MX y los juegos del Tricolor.Estos fanáticos han seguido al combinado mexicano por distintos países, incluido Rusia en la Copa Confederaciones para motivar a que la masa cambie de grito el de "Eeeh, pu...", por el de "Eeeh... México" a toda voz.Sin embargo poco o nada se pudo hacer y todo comenzó al minuto 8. El primer grito al portero fue tibio y con temor por parte de un sector de la afición. El sonido local advirtió sobre detenciones y desalojos, lo cual sólo encendió los ánimos de los presentes en las gradas del estadio de los Broncos.Así siguieron los gritos, cada vez más fuertes y poca cooperación por parte de la afición en todo lo alto. En el primer tiempo gritaron en seis ocasiones, incluso el del minuto 45, cuando se dio el silbatazo final de la primera mitad, fue uno de los más sonoros. En el complemento también se dieron seis gritos de la fanaticada mexicana.Lo que sí es de resaltar, fue el apoyo incondicional de la "paisanada" que se dio cita en gran número en el estadio de los Broncos de Denver, sin embargo al no haber goles en los más de 90 minutos, despidieron a sus connacionales entre abucheos.EL INFORMADOR / Javier Robles