En la campaña que recién concluyó, el relevista terminó la temporada regular con marca de seis partidos ganados a cambio de cuatro partidos. Lanzó por espacio de 58 entradas, en las que le anotaron 24 carreras, todas ellas limpias, para un promedio de efectividad de 3.72; le conectaron 43 hits, entre ellos nueve jonrones; ponchó a 59 y regaló 12 bases por bolas, dos de ellas intencionales.En lo que se refiere a la postemporada, tomando en cuenta la serie divisional, serie por el Campeonato de la Liga Nacional y la Serie Mundial, Romo vio acción en nueve encuentros, en los que tuvo marca de un triunfo a cambio de una derrota. Lanzó por espacio de siete entradas completas, le conectaron seis hits, entre ellos un cuadrangular; le anotaron una carrera que fue limpia, ponchó a siete y no dio pasaportes, dejando en 1.29 su promedio de carreras limpias permitidas.