Ser técnico del Tri es la chamba más fácil: 'Chelís'

MÉXICO, D.F. (07/AGO/2010).- José Luis Sánchez Solá ya es un personaje del futbol mexicano. Es celebre por vestir impecablemente de traje, pero acompañado de un arete en la oreja izquierda y por ser enemigo de los calcetines; a ello se agrega sus emociones en la cancha, lo mismo festeja los goles, sufre los partidos, hasta llegar al llanto.

Ya es un técnico al que se le pide su opinión para temas diversos y al que las cámaras de televisión siguen en sus movimientos. Pero a pesar de todo, él asegura que hay demasiada soledad en la profesión de entrenador de futbol.

Criticado por basarse demasiado en la motivación y darle poca importancia al trabajo táctico en la cancha, el llamado “Chelís” hizo su aparición como técnico del Puebla en el Torneo Apertura 2007 como un total desconocido, por el cual no se apostaba más que su destitución por su inexperiencia en el medio, y al que se le condenaba porque en realidad estaba más dedicado al negocio de la joyería.

En los primeros torneos salvó al equipo del descenso, pero en el Clausura 2009 asombró a todos al llevar a La Franja hasta las semifinales que perdió con Pumas.
El “Chelís” habla de sus orígenes, sus conceptos y pasión por un deporte que de joven nunca se le dio por “indisciplinado”, pero que como técnico ha dado de qué hablar y asegura que ser técnico de la selección “es la chamba más fácil”.

“Yo jugué, pero era muy indisciplinado, nunca debuté, jugué en categorías de Segunda División, jugué en Canadá, en una Tercera División de España, en el Atlético de Madrid en 1981, justo cuando llegó Hugo Sánchez, pero nunca a nivel de Primera División. (Me retiro) simplemente porque cuando llegó mi supuesta oportunidad no me la merecía porque era un chamaco indisciplinado, y no me llegó esa oportunidad. Pero de cualquier manera toda mi vida ha estado ligada al futbol, fui estudiante del futbol dominguero, estuve en Segundas Divisiones, seguí en mi línea de comerciante (joyero) y en el 95 me dediqué a estudiar esto en la Escuela de Directores Técnicos, me inscribí y me gradué”.

-¿En qué posición jugaba?
“Cuando quería ser serio jugaba yo de defensa central, y cuando me quería divertir jugaba de delantero, alguna vez fui campeón goleador. Yo no me quejo de mi paso por el futbol, lo poquito que soy se lo debo al futbol, porque el futbol no te deja el estar aquí enfrente, eso es muy raro, solamente 18 personas en el país podemos tener mi cargo, y 400 futbolistas pueden ejercer en Primera División y es muy poco. Lo que te deja el futbol es una disciplina de vida, y eso es lo que a mí me dejó que se lo puede dejar a cualquiera: al chaparrito, al gordo, al bueno, al malo, y yo estoy muy agradecido”.

-¿Con el paso de los años no se arrepiente de haber sido indisciplinado?
“No, porque obviamente no era para mí, y lo que no es para ti hay que dejarlo pasar, y ahí entendí que el futbol no solamente es para los que lo juegan, se abren muchos caminos en los que puedes estar ligado a él, y hoy en día se abren muchos más, antes eran veinte jugadores y un dueño, hoy son muchísimas personas involucradas”.

-¿Es muy disciplinado como técnico?
“Sumamente disciplinado, enfermizo, con delirio de persecución, con muchos problemas que me he creado. Yo creo que la disciplina radica en poder hacer de todo pero en su tiempo, es como las dietas: puedes comer todo menos kiwi, pero en su tiempo porque si no engordas. El futbol no está ajeno a cualquier actividad de la vida, a la hora de trabajar hay que trabajar y cuando es hora de divertirse pues hay que divertirse”.

-¿A quién admira como técnico?
-Yo le copio a todos, porque todos los técnicos tienen más tiempo que yo, entonces me tengo que estar ‘chupando’ a todos. A mí me gusta mucho Javier Aguirre, porque veo que todo lo hace en base a su personalidad, a su cultura, a su don de gente, a su conocimiento de la vida, no del futbol”.

-¿Usted levantó la mano para postularse como técnico de la Selección?
“Yo no la levanto en ese tono, aunque lo saquen de contexto así. Levanto la mano en el tema en que México necesita un técnico y no dan un perfil de quién puede ser ese técnico y mientras no den el perfil… Es como jugar el jueguito de investigar quién que te dicen: debe tener lentes, entonces todos los que no tienen lentes están fuera. O dicen debe tener lentes y que sea calvo, entonces mientras no digan el perfil, todos los que tengamos la carrera (de técnico) podemos serlo”.

-¿Pero sí le gustaría ser técnico de la Selección en un futuro?
“Yo creo que es la chamba más fácil”.

-¿No es un puesto ingrato por la exigencia de los resultados inmediatos?
“¿Cuál ingrata? ¡Aquí también! Y ahí tienes para escoger y para hacer tu equipo ideal tienes listos a 400 jugadores listos para hacer lo que tú quieras y como tú piensas el futbol. Yo creo que es la chamba más fácil”.

-¿Y no se meten demasiado los patrocinadores que piden a tal jugador?
“Sí se meten mucho, pero acá también se meten mucho los dueños, los amigos, los familiares. En el futbol todos pensamos que sabemos, y el único que tiene la razón es el que pone la alineación porque los demás dirán no es igual a que juegue Juan a que juegue Pedro, pero la alineación la pongo yo no tú, y al final el único que puede tener la razón soy yo”.

-Vive de una manera muy particular el futbol…
“Pero no es una manera actuada, yo soy así, pero no me siento distinto sino que soy así, no uso cartones ni scripts, simplemente 46 años de mi vida no fui técnico, cuatro años sí lo he sido, y lo que hago yo es ser lo que era antes de ser técnico, así es como ejerzo esta profesión”.

-¿Es una buena profesión?
“Sí es una buena profesión, tiene muchas cosas buenas, pero vives solo, estás solo, por más que estés rodeado de tus jugadores o tienes un cuerpo técnico grande, o una directiva, una afición, los medios de comunicación… ¡Vives solo en todos los aspectos! Entonces tienes que tomar decisiones solo y que embarras a mucha gente con una decisión tuya”.

-¿Ha sido difícil soportar esa soledad?
“Muy difícil, es lo que no me gusta. Por una cereza que te comas en mi profesión tapa todos los sinsabores y sapos que te comes todos los días, pero por una cerecita ¿eh?, esa es la que todos los días salgo a buscar”.

-¿Ha probado muchas?
“Pocas, pero me aguantan para estos cuatro años”.

-¿Una de las cerezas que ha probado es el cariño que le manifiestan sus jugadores?
“No es cariño mano, eso es respeto, me respetan y creen en mí. Cariño son muchos años de convivencia como para que una persona te tenga cariño, aquí hay un respeto y ellos sienten que soy su líder y guía, entonces eso es lo que ves. Yo asumo muchos papeles y baso todo en hacerles confortables su vida, ellos son futbolistas de Primera División, todos, y entre el mejor futbolista de Primera División y el peor la diferencia es muy poca. Yo creo o hago que esa diferencia se pronuncie en su bienestar, procuro que estén bien, entonces ellos se pueden explayar mejor, ese es mi gran tiro en esta cosa, porque enseñarles a jugar futbol eso no, ellos ya saben, por lo cual les creo un marco favorable para que se puedan desenvolver”.

-Jorge Valdano dice que él cree mucho en la emoción de las palabras ¿Usted también?
“Sí, pero la palabra tiene que ir respaldada con un hecho, yo en lo que no creo son en las palabras bonitas con flores y colores bonitos, pero que no van respaldadas con un hecho, y aquí todo lo que decimos, que nos la pasamos hablando a lo cañón todo el día, lo respaldamos con hechos”.

-¿Le molesta cuando dicen que usted no conoce de táctica, que es sólo un técnico motivador?
“Me molesta que le den tanta importancia a lo táctico, cuando el futbol no se mueve por ahí”.

-Usted celebra demasiado los goles de sus jugadores…
“Sí, porque todo mundo quisiera estar ahí, todo mundo quiere hacer lo mejor posible y yo siento que ellos ven un apoyo de mi parte, que están metidos en lo que están haciendo ellos”.

-¿Ha sufrido cuando no le llegan los sueldos a sus jugadores?
“Sí claro, porque en el respaldo que necesito dar a los jugadores el sueldo es lo primordial, a todos les encanta el Puebla, y me quieren mucho, pero más quieren a su familia y necesitan llevar lana a su casa. Lo que yo lucho es que el sueldo llegue exactamente en el momento que debe ser”.

-¿Qué siente cuando ellos lo han respaldado con actitudes de ‘si se va el técnico nos vamos todos’?
“Que estamos hablando de lo mismo, hay congruencia, se sienten cómodos y me siento cómodo”.

-¿Se ve en otro equipo aparte del Puebla?
“Yo me veo aquí en el Puebla, nunca he recibido ofertas de ninguno, entonces no te sé decir qué se siente o cómo es la onda esa, yo sé que dependo de mis resultados, si doy buenos resultados me imagino que la gente preguntará por mí. Pero palabra de honor que nunca me ha hablado nadie más, siempre se especula mucho, y es señal de que vas avanzando, como Don Quijote: cuando los perros ladran, es señal de que vas cabalgando”.

-Estuvo cerca de una final ¿Espera que este torneo sea el bueno?
“Sí, pero tan no me la merecía que yo no estaba preparado, no la luchamos como si en este caso me llegara a tocar”.

Omar Fares Parra