CHENGDU.- China acusó el domingo al Dalai Lama de orquestar una serie de motines antigubernamentales en Tíbet en un intento por estropear las Olimpíadas en Beijing y derrocar a los líderes comunistas de la región. Las acusaciones fueron formuladas en momentos en que zonas del Tíbet estaban repletas de soldados y cerradas a la vista del mundo exterior. Con la prohibición de ingreso de medios de prensa extranjeros, escasa información podía obtenerse de lo que ocurre en la capital tibetana de Lhasa y otras comunidades remotas.El gobierno chino estaba aprovechando esa circunstancia para dar su propia versión de los acontecimientos, indicando que había retomado el control de áreas que habían estado previamente sumidas en la violencia. Y nuevamente acusó al Dalai Lama, premio Nobel de la Paz, de tratar de manchar la imagen de China en el exterior, para afectar los Juegos Olímpicos.``El malvado motivo de la banda del Dalai es causar problemas en un momento delicado ... a fin de dañar las Olimpíadas de Beijing'', dijo el periódico Diario de TíbetEl domingo, el exiliado líder espiritual del Tíbet dijo que las acusaciones eran ``infundadas'', y que él había dado el respaldo a China para que fuese anfitriona de los Juegos Olímpicos. El Dalai Lama siempre ha preconizado la vía no violenta para enfrentar al gobierno de China.La agencia oficial de noticias Xinhua también publicó un comentario criticando a la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, la legisladora demócrata Nancy Pelosi, una fuerte crítica de China que apoyó la causa tibetana en una visita a la sede del gobierno del Dalai Lama en la India.Xinhua acusó a Pelosi de ignorar la violencia causada por los manifestantes tibetanos. ``Los 'activistas de derechos humanos' como Pelosi generalmente no son generosos y tienen mal humor cuando vienen a China, negándose a revisar su información y a descubrir la verdad del caso'', indicó la agencia.Beijing, entretanto, elevó a 22 la cifra de muertos por las protestas en Lhasa. La cifra anterior era de seis. Xhinhua informó que los restos carbonizados de un bebé de ocho meses y de cuatro adultos fueron extraídos de entre los escombros de un garaje incendiado en Lhasa. También dijo que un policía había muerto.El gobierno del Dalai Lama en el exilio dijo que 99 tibetanos han muerto en la represión, 80 en Lhasa y otros 19 en la provincia china de Gansu.La violencia se ha convertido en un desastre de relaciones públicas para China, que intentaba mejorar su imagen internacional, luego de una serie de episodios en que productos chinos, como juguetes, debieron ser retirados de los estantes pues contenían productos tóxicos. AP, 23-03-08, PEPR