Santos disfruta de la gloria

FORT LAUDERDALE, FLORIDA.- El momento de la despedida de los Santos de Nueva Orleans de su estancia en tierras de Florida llegó con la última rueda de prensa, pero esta vez como nuevos e históricos campeones de la cuadragésima cuarta edición del Super Bowl.

Como no podía ser de otra manera, los protagonistas de los Santos ante los periodistas volvieron a ser el mariscal de campo Drew Brees, nombrado Jugador Más Valioso (MVP), y el entrenador en jefe Sean Payton, el estratega que alcanzó su consagración.

El equipo perdedor finalmente se había proclamado como campeón del Super Bowl por primera vez en sus 43 años de historia tras ganarle 31-17 a los Potros de Indianápolis.

"No creo que aún lo he podido asimilar", admitió Brees. "Va de a poquito, porque se trata de la culminación de cuatro años de duro trabajo, por encima de muchas adversidades, altibajos y sobre todo representando a una ciudad que ha tenido que pasar por tantas cosas negativas".

Brees reiteró que durante todo este tiempo, siempre se preguntaba si cargaban una responsabilidad o si tenían una presión adicional como era la de llevar también el peso de la ciudad.

"Siempre contestaba que 'para nada'. Nuestra ciudad, nuestra gente, nos dieron la fuerza y eso se lo debemos. Eso marcó la diferencia. No hay mejor afición que la de la ciudad de Nueva Orleans. Esto es un honor", subrayó Brees.

Mientras el mariscal de campo de los Santos hablaba, Payton observaba sentado desde un costado, con los codos sobre sus rodillas y tapándose el rostro con sus manos.

Cuando llegó su turno para hablar, Payton se inclinó sobre el podio y tomó el trofeo Vince Lombardi con su mano derecha.

Emocionado, contó que Joe Lombardi, el nieto de Lombardi que es uno de sus asistentes, se había sacado fotos con el trofeo plateado que se entrega al ganador del partido.

"Joe Lombardi, su padre, Vince hijo, y sus dos hermanos posaron con este trofeo, los cuatro. Fue cuando me dije: 'No puede ser'", narró Payton. "Si tu crees que hay un cielo y que Vince Lombardi está mirando de arriba a su nieto, pues no hay nada que supere este momento".

Joe Lombardi es el coordinador de los mariscales de campo de los Santos, entre ellos Brees, y de ahí que el tener el trofeo con el nombre de su abuelo entre sus manos había sido algo "único".

Payon sonrío y añadió que se llevó el trofeo a su habitación para tenerlo a su lado mientras dormía y poderlo abrazar varias veces sin que se cansase de mirarlo porque no había nada igual.

El entrenador en jefe de los Santos también tuvo tiempo para la oración cuando a las 3 de la madrugada se encontró a solas en la habitación.

"Oré por mi experiencia y la experiencia en Nueva Orleans, donde llegue como entrenador en el 2006 cuando la ciudad había quedado en ruinas, apenas meses de sufrir la devastación del huracán Katrina, en agosto de 2005", señaló Payton.

Sin embargo, bajo su dirección la pasada temporada se convirtió en la de los hitos para los Santos (16-3) después de ser la primera con racha de 13 triunfos consecutivos.

Los Santos ganaron tres partidos de la fase final, todos frente a mariscales estelares como Kurt Warner (Arizona), Brett Favre (Minnesota) y Peyton Manning (Indianápolis), después de imponerse en sólo dos en los 42 años anteriores.

También lograron su primer campeonato de conferencia, el de la Nacional (NFC) y al final culminarla con el primer título profesional de un equipo de la ciudad y del estado de Lousiana.

El título del Super Bowl de la NFL llegó cuatro años y medio después de que el huracán Katrina azotó a Nueva Orleans para dejarla semi destruida y a los Santos en condición de nómadas durante la temporada del 2005.

Incluso surgieron algunas dudas sobre su regreso, pero la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) se negó a dejarlos fuera. El Superdome fue reconstruido y los Santos ganaron el título de la División Sur en el 2006, su primera temporada con Brees y Payton.

La decisión del comisionado de la NFL, Roger Goodell, de ayudar al máximo a los Santos también se vio reflejada en el triunfo logrado ante los Potros y de ahí que considerase lo sucedido en el Super Bowl de Miami como algo "mágico".

"Considerando el vínculo entre los Santos y la ciudad de Nueva Orleans fue algo más que un partido y mucho más que un equipo de fútbol americano", subrayó Goodell. "Por eso ahora su celebración también supera el campo deportivo y todo el país se siente feliz por Nueva Orleans y sus residentes".


Los Santos lo hicieron, contra los pronósticos se proclamaron campeones en el Super Bowl XLIV y lo celebran. AP