Rodrigo Diego consigue bronce en Rusia

GUADALAJARA, JALISCO (09/SEP/2014).- El clavadista tapatío Rodrigo Diego este martes consiguió la medalla de bronce de la categoría Grupo A en la prueba de trampolín tres metros del Campeonato Mundial Juvenil 2014, en Penza, Rusia.

Hace dos semanas ganó la plata en el trampolín tres metros y el bronce en plataforma 10 metros en los Juegos Olímpicos de la Juventud Nanjing 2014.

Con solo un día de entrenamiento en Penza, el jalisciense de 17 años se clasificó en la primera posición de la ronda eliminatoria de este Mundial Juvenil, pero ya en la Final terminó en el tercer sitio.

La medalla de oro en 3 metros la obtuvo el chino Bowen Huang, con 637.60 puntos; la plata el ruso Alexandr Belevtcev, con 565.60, en tanto que Diego fue bronce, con 562.65 unidades, mientras que el regiomontano Andrés Villarreal acabó en quinto, con 539.75 puntos.

EL INFORMADOR / JAVIER ROBLES

PLATAS Y MENA, SUS ÍDOLOS

El salto a la élite

De niño jugaba al futbol y en poco tiempo se dio cuenta que no era el deporte para el que estaba hecho. “No fui ni poquito bueno. No me fue nada bien, era de los niños que nada más corrían tras el balón”. Rodrigo Diego López supo en ese momento que estaba hecho para los deportes acuáticos.

El joven clavadista jalisciense de 17 años empezó en los clavados a los ocho. En sus primeros años y hasta el 2011, trabajó de la mano del entrenador Fernando Serrano. Ahora su mentor es Iván Bautista.

Como todo joven clavadista mexicano que se inicia en esta disciplina, “Rorro”, como le apodan, tenía algunas figuras a seguir, pero sobre todo a imitar.

“En mis tiempos de niño (como figura) estaba Fernando Platas y ver que ganó en Sidney una medalla fue como ver a un héroe. También está Jesús Mena (ahora director de Conade), me platican de todo lo que hizo, veo videos de sus competencias y termino motivado” dice con emoción Rodrigo, que entre sus objetivos trazados están el conseguir los mismos logros que estos dos atletas.

Además del trabajo para colocarse entre los mejores, existe algo que para Rodrigo es clave para cumplir con ese objetivo. “La actitud lo es todo. Si no tienes la actitud necesaria, va a ser muy difícil que llegues a lograr las cosas. Siempre he sido alguien muy negativo, entonces empecé a cambiar mi actitud y me fue yendo mucho mejor”.

— ¿Cómo hiciste a un lado esa mala actitud?

— Te das cuenta que no funciona para nada, sino lo contrario, sólo te limita. Entonces lo intenté, quise poner una buena cara, aunque los clavados a veces no me salieran como quería, traté de sólo pensar en mejorar”.

El camino aún es largo para el joven jalisciense quien no quita el dedo del renglón en mejorando. Sus objetivos son simples, llegar a posicionarse entre la élite mexicana, figurar internacionalmente y estar lo más pronto posible en unos Juegos Olímpicos y traerse de ellos una medalla.

Y al final, ser reconocido como uno de los mejores clavadistas que haya dado este país.

“Me gustaría que entre los más pequeños se dijeran: ‘eres clavadista como Rodrigo Diego’. Eso algún día espero que se pueda lograr”.

Supera los golpes de la vida

Para Rodrigo Diego nada ha sido fácil desde que entró al mundo de los clavados.

Sin embargo, el obstáculo más fuerte de superar dentro de este deporte no se dio en la fosa ni en el trampolín, sino en el seno de su hogar.

“Lo más difícil ocurrió el año pasado, mi mamá tuvo un derrame cerebral. Ahí me di cuenta de cómo es la vida, fue un golpe durísimo, me quedé prácticamente solo porque era mi apoyo, mi soporte en todo, entonces tienes que tomar una decisión”.

Gracias a esta difícil circunstancia, Rodrigo tuvo que replantearse su continuidad como clavadista. “Si te quedas (en clavados) tienes que darle con todo porque tú no sabes si el día de mañana te vas a quedar solo. Decidí quedarme, me arriesgué y al final de cuentas todo se ha dado bien”.

LAS POSTURAS DE RODRIGO

Sobre el apoyo recibido en su carrera

“Estoy muy agradecido con el Code, siempre me han apoyado de la manera que he pedido. También los entrenadores, el cuerpo médico han sido de verdad los que más me han apoyado en este deporte”.

Sobre la sensación que despiertan en él los clavados

“Se siente una gran adrenalina porque a veces te siguen dando miedo los clavados, es una sensación que nunca se quita, sólo se aprende a controlarla. Cuando brincas mucho y sientes que vuelas, es una gran emoción a la hora de que voy dando vueltas y finalizar a la entrada cuando no saco nada de agua, ahí es cuando me siento completo”.

Sobre los resultados en Nanjing y el Mundial

“Con estos resultados me siento con la mira más fija en lo que quiero, siento que ya tengo bien marcados mis objetivos y vamos a tratar de cumplirlos”.