Rivera lo dará todo en Londres sin presión

CIUDAD DE MÉXICO (26/JUN/2012).- El mexicano Luis Rivera, mejor saltador de longitud de América Latina en la presente temporada, llegará a los próximos Juegos Olímpicos con el estatus de recién llegado a las Grandes Ligas del atletismo, el cual acepta como un regalo porque lo alejará de la presión de ser favorito.

"De la lista de los diez, yo seré el menos conocido y ocasionará que mi presión sea menor que mi alegría", aseguró hoy el atleta de 25 años horas antes de viajar a Estonia, donde comenzará la última parte de su entrenamiento para Londres 2012.

Rivera fue hasta este año un desconocido en el circuito mundial, pero en el 2011 se confió en la eliminatoria para competir en los Juegos Panamericanos, quedó fuera del equipo de su país y el fracaso le cambió la vida. "Fue un golpe duro, pero me sacó de mi zona de confort y gracias a eso he podido crecer", dice.

Desde entonces, trabajó en perfeccionar el estilo "colgado", que hizo célebre al atleta armenio Robert Emmiyan, con un salto de 8.86 metros en mayo de 1987, un mes antes de que naciera el mexicano.

Gran parte de la vida de Rivera se redujo a estudiar los vídeos de Emmiyan y repetir centenares de veces la técnica basada en despegar con la rodilla al frente para luego bajar, adelantar la cadera y subir las dos rodillas para terminar con una extensión.

Así llegó a la reunión de Walnut el pasado 21 de abril en la que ganó la medalla con un salto reportado como de 8.37, el mejor del mundo este año, pero que una hora después los organizadores rectificaron a 8.22 después de pedirle una disculpa.

"Nadie supo explicarme la razón del cambio, pero eso no es importante. Desde entonces me siento listo para saltar 8.40 y si lo logro serán muchas las posibilidades de medalla, aunque estoy claro que mi meta es saltar 8.10 en la semifinal del 3 de agosto y luego ir paso a paso en la final", apunta.

Además de que será el menos seguido por los medios, Rivera tendrá otras ventajas en Londres 2012; según su entrenador Francisco Olivares, está lejos de su tope como saltador y es de los que saca lo mejor de sí en situaciones de peligro.

"La competencia no me achica, yo me emocionó más cuando voy contra los grandes; estoy en mi mejor forma y sólo me concentraré en llegar lo más lejos que pueda", explica.

Competir en estadio lleno ante los saltadores que hasta hace poco sólo veía por la televisión será algo nuevo para el mexicano. Por eso su equipo le ha programado cuatro competencias en Europa para que se adapte a convivir con los "duros" del circuito mundial.

Después de participar en las reuniones de Reims, Francia, el 4 de julio, y Madrid, España, el 7, Rivera se presentará en sociedad en la Liga de Diamante, en la parada de Londres, el 13 de julio, y estará en la de Mónaco, el 20, para luego viajar a los Olímpicos.

"Llevo tiempo imaginando la final el 4 de agosto, me visualizo haciendo el salto de mi vida. Aunque no sea favorito, veo la medalla olímpica como mi sueño posible y lucharé por cumplirlo", asevera.