Reyna y su reafirmación como antagonista de Chivas

GUADALAJARA, JALISCO (19/MAR/2017).- El duelo de este sábado en la cancha del Estadio Chivas confirmó un par de cosas: al Guadalajara como el líder general de la competencia y a Ángel Reyna como un enemigo natural de la institución rojiblanca. Fue la reafirmación de que el capitalino, quien surgió en la cantera de las Águilas del América, jamás pudo sacudirse los colores azulcrema o ganarse el amor de la afición tapatía a su paso por el Rebaño.
 
Sólo un año después de la desvinculación entre Chivas y Reyna, el habilidoso jugador volvió al inmueble rojiblanco pero de nueva cuenta como rival. Sobre el papel era la oportunidad perfecta para que el atacante cobrara venganza a un equipo del cual se fue por la puerta de atrás, sin embargo nada estuvo más lejos de la realidad.
 
Y es que el panorama fue totalmente adverso. Apenas se pronunció su nombre en el sonido del estadio y la afición del chiverío no le dio tregua. Ya iniciado el encuentro el proceder fue el mismo: se jugaba el minuto 11' cuando Reyna recibió la pelota en el área y ante sus intentos de gambeta la porra del Guadalajara fue lapidaria con sus abucheos.
 
Aún ante los gritos del contingente rojiblanco, Reyna no adoptó un bajo perfil y jamás buscó esconderse, sino todo lo contrario. Muestra de ello fue el balón que metió al área al 22' y que puso en predicamentos a Rodolfo Cota. Esconderse no era la intención del número ocho de los escualos.
 
De a poco, el antagonismo que vivían Reyna y las tribunas llegó hasta la cancha. Las entradas comenzaron a ser más duras hacia su persona. Oswaldo Alanís fue el primero en darle la "bienvenida" cuando lo derribó sin el balón en juego. El silbante no mostró tarjeta alguna al zaguero de Chivas y adolorido, Reyna tuvo que levantarse y seguir jugando.
 
Llegó el minuto 33' y con ello Ángel cobró su primer tiro de esquina. Pegado al córner derecho, el jugador le otorgó a las tribunas una oportunidad inmejorable de volver más personales sus ofensas. Cuatro minutos después volvió a cobrar pero ahora desde la otra esquina y el resultado fue el mismo, sólo que ahora Reyna respondió: a la hora de cobrar, el ex del chiverío puso una pelota inmejorable que Kristian Álvarez estuvo a punto de mandar al fondo.
 
Llegó la parte complementaria y cayeron los goles del Rebaño. La emoción de reafirmar el súperliderato desvió la atención de los aficionados del Guadalajara y Reyna perdió reflectores sobre el césped del coloso.
 
Ya sin brillo ni ofensas a la hora de tocar el balón, el tiempo del delantero escualo se terminó al 75' cuando fue sustituido por Leandro Velázquez. En ese momento fue que la afición castigó a Reyna de una manera aún más lapidaria: los presentes no lo abuchearon a su salida del campo, la indiferencia de la que alguna vez fuera su afición se convirtió en el mayor de los desprecios.

EL DATO

Fue el 10 de marzo de 2016 cuando Reyna fue desvinculado de Chivas.  

EL INFORMADOR / Diego Alejandro Reos

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