Responsable de la ceremonia inaugural reconoce haber vivido momentos angustiantes

BEIJING, CHINA.- El director de cine y responsable de la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Beijing, Zhang Yimou, reconoció hoy que el peor momento que vivió ayer fue cuando el ex gimnasta Li Ning encendió el pebetero suspendido en lo alto del Estadio Olímpico.

"Afortunadamente todo fue bien, pero cuando subió Li Ning y se levantó el viento y la gente creía que se apagaba la antorcha sentí presión", dijo en rueda de prensa el director chino, que fue ovacionado a su entrada en la sala de conferencias.

Las especulaciones sobre la identidad del encargado de encender el pebetero se sucedieron durante los últimos meses, sin embargo Zhang reconoció hoy que la decisión final de escoger a Li Ning no se tomó hasta 20 días antes de la ceremonia.

"Debíamos escoger a un atleta veterano mejor que uno en activo", dijo Zhang, quien explicó que sopesaron la posibilidad de que pudiese ocurrir algún tipo de lesión de un deportista justo la víspera del inicio de las competiciones deportivas.

"Además, debía ser campeón olímpico y un tesoro nacional", explicó; características que habían de unirse a la de tener un cuerpo atlético, de ahí que desde el principio se inclinasen o por una nadador o por un atleta.

Después de sopesar varias posibilidades se decidió por Li Ning, el gimnasta que asombró al mundo en los JJOO de Los Ángeles 1984 al conseguir tres oros (suelo, anillas y potro), dos platas y un bronce, y el hombre que habían aconsejado las autoridades del país.

Zhang Yimou, autor de cintas como "La linterna roja", "Camino a casa" o "Héroe", desveló que trabajaron con el presupuesto más ajustado posible, que la inversión en la organización fue menor que, por ejemplo, la de los Juegos Asiáticos de Doha y que lo más caro fue el globo terráqueo sobre el que caminaron 52 funambulistas ignorando la ley de la gravedad.

Fueron 10 mil los extras que necesitó Zhang para poner en escena un espectáculo que ha merecido el reconocimiento unánime de la crítica y que, según la prensa inglesa, ha puesto el listón muy alto a Londres para los Juegos Olímpicos de 2012.

En las cuestiones "multimedia lo hicimos muy bien y será difícil que nos superen", dijo Zhang, siempre hablando en plural para incluir a su "equipo", al que dijo que le pone un cien sobre cien, aunque reconoció que Londres podrá introducir otros elementos en su ceremonia para dar la sorpresa.

El que es sin duda el director chino más famoso del mundo señaló, relajado y afable, que el niño de Sichuan que acompañó al abanderado chino, Yao Ming, era un homenaje a las víctimas del terremoto del pasado 12 de mayo y que el muchacho en cuestión fue escogido por su baja estatura, en contraste con los 228 centímetros del baloncestista.