Reciben como héroes a los Diablos Rojos

BRUSELAS, BÉLGICA (09/JUL/2014).- Unas cinco mil personas se reunieron ayer por la tarde en la Plaza de los Palacios para dar la bienvenida a los jugadores de la selección de Bélgica, eliminada en Cuartos de Final de la Copa del Mundo Brasil 2014.

La baja afluencia se explica por la tardanza en confirmar la fiesta y es que hasta las 15:30 horas no se sabía con seguridad si los jugadores arribarían al local preparado para su recepción por la alcaldía de Bruselas.

Vistiendo todos el mismo modelo de traje negro acompañado de corbata roja sobre camisa blanca y zapatos marrón, los pupilos de Marc Wilmots hicieron un pasaje relámpago de poco más de cuatro minutos en uno de los dos escenarios montados para la ocasión.

Estaban acompañados de los reyes belgas, Felipe y Matilda, con quienes se entrevistaron momentos antes.

Con un aire poco festivo, Wilmots agradeció el apoyo de la afición y dijo que “lo más bonito que logramos fue reunir a toda la población” de ese pequeño país de 11 millones de habitantes, donde el partido separatista flamenco fue el vencedor de las últimas elecciones. “Estamos muy orgullosos de que haya venido mucha gente (a la recepción), aunque no tenemos mucho el espíritu de fiesta. Hemos dado nuestro máximo y esperamos que hayan podido vibrar. Gracias de todo el corazón”, dijo, por su parte, el defensor Daniel Van Buyten.

El capitán del equipo, Vincent Kompany, explicó la razón del poco entusiasmo de los jugadores en el evento: “Para nosotros es difícil (celebrar) porque teníamos la ambición de ir más lejos”. Luego de la derrota ante Argentina en Cuartos de Final, Wilmots había declarado en una entrevista a la televisión pública belga que no deseaba una fiesta de recepción al regreso de los “diablos rojos” a casa.