Prevaleció la cordura en el voleibol

GUADALAJARA, JALISCO (28/OCT/2011).- Prevaleció la cordura, se abrieron las puertas del Complejo Panamericano de Voleibol, se desbloqueó la avenida Ávila Camacho y el público pudo ver sin problemas graves el encuentro semifinal entre México y Cuba.

Alrededor de las 18.52 horas terminó el encuentro semifinal entre Brasil y Argentina, que por cierto dieron un gran encuentro, desalojaron a la gente y a partir de las 19.10 horas empezaron a ingresar los aficionados del segundo turno y poco a poco a liberar la circulación de avenida Ávila Camacho.

Habrá que recordar que al mediodía, el gobernador del Estado y presiente del Comité Organizador, Emilio González Márquez permitió a los aficionados del primer turno (12.00 horas) presenciar una semifinal Brasil Vs. Argentina, dejando al público del segundo turno (17.00 horas) esperando para presenciar el partido semifinal entre México y Cuba, que fue reprogramado a las 20.30 horas, lo que provocó el cierre de la avenida Ávila Camacho a partir de las 14.45 y hasta las 19.00 horas.

En un gran operativo, el Comité Organizador hizo ingresar a los aficionados, cancelando el operativo de revisión con los arcos de acero, además les dieron una bolsa que contenía un emparedado y unas papas.

A las 19.30 al estadio ya había ingresado la gente, pero el horno no estaba para bollos, la gente está enojada y no les pareció ni el horario del partido, inicialmente programado para las 19.00 horas y reprogramado para las 20.30.

El Comité Organizador intentó todo para que las cosas volvieran a la normalidad, música, hacer la ola, algunos otros juegos interactivos, pero todo terminaba en abucheos.

“Yo pagué para ver dos partidos, tan sólo me dieron uno”, “nos hicieron esperar más de dos horas no es justo”, fueron algunas voces de los aficionados.

En las tribunas también hubo reclamos para todos y de nuevo se volvió escuchar el grito de “Fraude…Fraude”.
El problema pudo ser peor, pero se espera que una vez iniciado el encuentro el público se pueda calmar.

EL INFORMADOR / ALDO PRECIADO