*Premura

Después de todo, ¿cuál es la prisa porque el “Cubo” Torres salga del Guadalajara...?
En otros países, con larga tradición como exportadores de talentos futbolísticos, se comprende la premura de los “scouts” por detectar a los cracks del futuro, cuando apenas están en ciernes. Han sido, entre otros, los casos de Messi y Robinho. El brasileño prácticamente hacía sus “solitos” --enfundado en la camiseta del mítico Santos de Pelé-- cuando la industria del futbol lo secuestró para exhibirlo como un niño prodigio, primero en España, luego en Inglaterra y actualmente en Italia. En cuanto al argentino, era apenas un niño cuando los dirigentes del Barcelona decidieron que resultaría rentable, en dinero y en títulos, invertir en su talento y generar el entorno adecuado para que madurara, con el tiempo y el ganchito consabido, el que estaba llamado a ser el Rey del Futbol que es actualmente.

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En el caso del “Cubo”, los goles con los que ha contribuido a que el Guadalajara de esta temporada pasara, poco a poco, de la mediocridad en que lo dejaron el éxodo del “Chicharito” Hernández a Inglaterra y el ocaso de las facultades del “Bofo” Bautista, al protagonismo que gradualmente está recuperando, ya hicieron  el efecto previsible: hay quienes anticipan que su futuro --como el de su antecesor como centro delantero titular del “Rebaño”-- está en Europa... y hay, incluso, quienes, en ese sentido, anticipan vísperas.

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Las versiones en el sentido de que el Deportivo La Coruña ya le echó el ojo, implican, más que una luz de esperanza, una amenaza en la carrera del joven atacante...
Demostrado como está que “No todos los caminos están hechos para todos los caminantes” (la frase es de Goethe), será pertinente que se recuerde a varios jugadores mexicanos que se precipitaron al escuchar las primeras notas del canto de las sirenas. Luis Hernández, Alberto García Aspe y Omar Bravo serían algunos ejemplos de que llegar como supuestas soluciones a las necesidades de equipos que atraviesan por situaciones de apremio, es pasar del nivel de competencia al de incompetencia. Es firmar, prácticamente, la sentencia de la propia muerte.
Ir, en cambio --como se fue el “Chicharito” al Manchester United, por ejemplo--, a un equipo en que se le darán facilidades para que madure y fructifique, es hacer las cosas con inteligencia.
Nada más... y nada menos que eso.