Sábado, 23 de Noviembre 2024
Deportes | Contra todos los pronósticos, México consigue un segundo lugar

Plata histórica en baloncesto femenil

Contra todos los pronósticos, México consigue un segundo lugar

Por: EL INFORMADOR

Repiten la hazaña de 1975. EFE  /

Repiten la hazaña de 1975. EFE /

GUADALAJARA, JALISCO (25/OCT/2011).- Nadie daba un peso por ellas hace dos semanas; hoy estas jugadoras salieron con la frente en alto porque a pesar de todas las trabas que sufrieron por políticas deportivas, México alcanzó histórica medalla de plata que desde 1975 no conseguía. Se llevan las lágrimas en sus mejillas, porque sin duda esperaban más, pero también el aplauso de sus familias y del público, que no dejó de apoyar en una final que terminó 85 contra 67, dejando el metal dorado a la selección de Puerto Rico.

El primer cuarto fue un horror para las nacionales, salieron nerviosas, no encestaban. Los tiros de tres puntos que en otros partidos entraban ahora todos, pegaban en el aro sin sumar en el resultado. Muchas desconcentraciones que hacían perder el balón con intercepciones infantiles, pases que no llegaban a sus receptoras.

Para el segundo cuarto la historia no cambio. México intentó y algunos lances de tres puntos no llegaron. Decisiones arbitrales que tanto mexicanas como extranjeras reclamaron llegando al punto de causar faltas técnicas. Al final del segundo cuarto las nacionales se fueron al descanso con una desventaja de 5 puntos, colocando el marcador 35 a 30 sobre las caribeñas.

Ya para el tercer cuarto las cosas no parecían cambiar. En una jugada circunstancial la capitana de México perdió no sólo el balón sino que tuvo que salir lesionada. Con lágrimas de dolor en los ojos debió ser atendida en la banca.

En la última parte del partido, México quiso alcanzar pero, a decir verdad, la defensa de Puerto Rico fue de hierro. Tiros de tres puntos que no llegaban por la fuerte presión de las caribeñas, aunados a la constante presión. Y mención aparte se merece la número 8 de Puerto Rico, Carla Cortijo, quien con su dinamismo repartido en sus 170 centímetros de estatura, vapuleó la defensa mexicana.

Cuando el tiempo se iba consumiendo el público poco a poco iba saliendo del recinto, que nunca dejó de gritar a favor de las mexicanas, aun cuando el resultado era abultado y sumamente adverso. La chicharra que antes iniciaba la fiesta ahora era la precursora de un aplauso para las caribeñas y una ovación para las mexicanas.

El merecido aplauso

Para los que conocen la historia de esta selección, esta medalla les sabe a oro. Con dos federaciones de basquetbol que en lugar de aportar empantanan el camino de las deportistas, la selección mexicana de baloncesto panamericano dio la sorpresa y demostró que, en el campo deportivo, México puede con, sin y a pesar de sus directivos.

Oficialmente las chicas de la selección femenil se conocieron a dos semanas de comenzar la justa deportiva. El baloncesto nacional no iba a tener participación en Guadalajara 2011. En la rama varonil, de la que se espera aun menos que las mujeres, los jugadores han prometido jugar partidos de exhibición para entrenar y no se han presentado. Eduardo Nájera dijo en un comunicado emitido tres días después de la inauguración que, además de no tener una compañía que le brinde un seguro de gastos médicos suficiente, confesaba tener problemas de comunicación con el director técnico.

Por eso esta medalla de plata, entre lágrimas y gritos de propios y extraños, en realidad sabe a oro. Con una capitana como Erika, La Cucha, Gomez, quien jugó el último cuarto lesionada y que a sus 35 años volvió sólo para despedirse, porque ahora es maestra de baloncesto es su natal Hidalgo.

El "¡bravo, muchachas!" que gritaban en las gradas sabe y se siente, porque ganar tres partidos a las potencias continentales deja orgulloso a más de alguno. El esfuerzo en la duela, el sudor en el balón y el grito de euforia por cada punto es algo que gente con los pantalones largos no entiende.

Puerto Rico, reina de la duela

Se tenían que sacar la espinita que le dejó México el viernes pasado, cuando en un juego cerrado las mexicanas se impusieron 76 a 74, en el primer partido de grupo que disputaron ambas selecciones. Ahora lo que se jugaba no era el pase a la siguiente ronda sino el campeonato. Por eso, una de las gradas se llenó de atletas caribeños para apoyar a su selección.

Y no eran pocos, quizá 80 o más. Su voz competía contra los más de 2500 mexicanos que gritaban el ya tradicional ¡México, México! Cuando el marcador era positivo para la escuadra de Rai Santana los gritos que inundaban la duela era "¡Sí se puede, sí se puede!". Cuando Puerto Rico y sus muchachas se perfilaban para ser las reinas de la duela, los atletas puertorriqueños cantaban al unísono el cielito lindo "ay ay ay ay, canta y no llores, porque cantando se alegran, cielito lindo, los corazones". Esto a más de alguno le molestó y entonces los gritos de "¡fuera, fuera!" calentaron la tribuna sin llegar a incidentes graves.

Desde que las nacionales llegaron al domo del CODE, alrededor de las 7 de la tarde, ya parecían visitantes. Jugaron con el segundo uniforme, un oscuro a diferencia del tradicional blanco. En el tablero estaban como visitantes. Y el espacio que les dieron fue la banca de visitantes. En varias ocasiones las cosas salían mal para México pero nunca para las caribeñas.

La fiesta comenzó fuerte y se fue apagando. Una batucada que lejos de ayudar ahuyentaba el alarido mexicano. Faltó el mariachi, faltaron los puntos. Sobraron ilusiones. Queda el aplauso.

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