Pienaar, el motor sudafricano

JOHANNESBURGO, SUDÁFRICA (11/JUN/2010).- Para salir victoriosa del partido  inaugural del Mundial-2010, ante México, Sudáfrica  confiará en que sus estrellas brillen al máximo, principalmente Steven Pienaar,  una de sus piezas clave en la construcción ofensiva.

Un Pienaar levantó ya la Copa del Mundo en el país: François Pienaar lideró a los Springboks en el torneo planetario de rugby de 1995, recibiendo el trofeo  de manos de Nelson Mandela, una escena inmortalizada en el cine por Clint  Eastwood y su película 'Invictus'.

Con el objetivo de firmar un papel más que digno, Parreira ha preparado al  equipo para el torneo y para el encuentro ante los mexicanos con un dibujo  táctico de 4-5-1, donde Pienaar actúa como enlace y canalizador del juego. Si  él funciona, el equipo funcionará. Si no, el partido se complicará.

Este año ha sido titular en el Everton y es el único internacional de los  locales con cierto pedigrí fuera de su país. En la aventura inglesa le acompaña  Kagisho Dikgacoi, del Fulham, pero no entra habitualmente en el once titular  del veterano entrenador brasileño.

Pienaar se formó en la célebre academia de futbol del Ajax de Ciudad del  Cabo (1999-2001) y después pasó al Ajax de Amsterdam (2001-2006), del que el  club sudafricano es una filial.

Es precisamente en Pienaar en quien se centra la gran campaña publicitaria  de la marca deportiva que viste al anfitrión del Mundial, con lo que se pueden  ver inmensos carteles con la imagen del volante del Everton en edificios de  Johannesburgo y por todo el país.

Como único aspecto negativo está su capacidad goleadora, un punto donde no  acostumbra a destacar, presentando un pobre balance anotador: 2 goles en 50  partidos como internacional. Pero muchos le defienden explicando que esa no es  función: más que marcar, su papel es permitir que los demás lo hagan.