"Me gustaría intentar otras pruebas, quizá no hacer algunas de las que hice aquí. Bob (Bowman, su entrenador) dijo que quiere empezar de cero, hacer cosas que nunca hizo antes, buscar nuevas formas de trabajar, probar nuevos métodos de entrenamiento, será divertido", explicó Phelps.La octava presea cayó en el 4x100 combinado, donde Estados Unidos dominó con récord mundial (03:34’29”) por delante de Australia y Japón. El de Baltimore nadó el tercer relevo o en mariposa, donde eliminó la ventaja que tenía Japón después del pecho.Antes de la final del domingo, Phelps ya había ganado en la capital china las finales de 200 metros libres (1:42’96”), 100 metros mariposa (50.58), 200 metros mariposa (1:52’03”), 200 metros combinados (1:54’23”), 400 metros combinado(4:03’84”) y relevos 4x100 metros (3:08’24”) y 4x200 metros libres (6:58’56”).Salvo en los 100 metros mariposa, en todas ellas logró el récord mundial.“Me he quedado sin palabras desde el relevo”, dijo el estadounidense, aunque rápidamente aclaró que “suena muy bien” haber logrado todo lo que había soñado.Phelps tiene sin embargo un gran objetivo que no ha conseguido todavía, y es hacer que la natación sea algo cotidiano en su país y no algo de lo que sólo se habla cada cuatro años.“Escuché que en el estadio de los (Baltimore) Ravens (NFL) se miró la final en vivo con 75 mil personas (...) que hicieron el anuncio en el estadio de los Yankees (Nueva York, MLB), creo que ese objetivo está en marcha, pero llevará un tiempo llevarlo hasta donde quiero que esté”, explicó.Preguntado sobre qué recuerdo se llevaría del "Cubo de Agua" de Pekín, dijo tener todo, “memorias, fotografías, cada traje, cada gorra, cada par de gafas”.Pero lo que más valor tiene para Phelps es el hecho de haber formado parte del “equipo de Estados Unidos”, ser parte del equipo olímpico, “conocer a mis compañeros, jugar a las cartas con ellos, relajándonos”.Phelps explicó que detrás de las emociones en el podio se encuentra todo el esfuerzo de los últimos años, recordó que una maestra de escuela dijo a su madre “que nunca sería exitoso”.El nadador, que con esfuerzo se autodefinió como alguien “afortunado de tener lo que tengo, el talento, la ambición, la pasión sobre el deporte”, dijo que ahora planea descansar, “busco no hacer nada, sentarme en un sofá... y no moverme”.