GUADALAJARA, JALISCO (12/OCT/2016).- El doble medallista olímpico tapatío, Germán “Duva” Sánchez, compartió sus vivencias en los Juegos Olímpicos de Río 2016, donde enfrentó algunos de sus más grandes miedos como atleta y superó una lesión en su hombro para poder colgarse una presea de plata desde la plataforma de 10 metros, en la máxima competencia deportiva mundial.Antes de entrar a escena en Río 2016, el “Duva”, como popularmente es conocido, padeció una lesión en el hombro derecho que puso en duda su participación, pero el hambre de triunfo y su compromiso como deportista pudieron más que su miedo de no participar y al final tuvo una de las mejores actuaciones de su vida al subir al podio en la prueba de los 10 metros.“Sentí mucho miedo, mi mayor miedo era no poder competir y ahí es donde se te viene a la mente el qué van a decir, qué van a hablar de ti, era uno de mis principales miedos; pero ahí agradezco a Dios que me hayan pasado cosas antes, porque ya sabía qué tan fuerte era mi lesión y qué tanto me podía detener lo que me pasó en Río, que no fue tanto a diferencia de cómo fue en Yucatán; acá estaba a un 60%, fue como un toque muy leve que uno o dos días me dejó inseguro, más inseguridad que dolor”.El clavadista jalisciense confesó que su lucha por estar siempre entre los mejores del orbe le ha costado muchos sacrificios, entre los que se incluyen lesiones de gravedad y temores, mismos que no son conocidos por sus aficionados, como el caso de una aparatosa fractura en la quijada que padeció un mes antes de partir a Río.“Antes de irme, por mi sueño y ambición de querer ser el mejor del mundo y ganar una medalla olímpica aumentamos el grado de dificultad. Desde que saqué ese clavado sufrí unos golpes que logré vencer, pero un mes antes de irme, al volver a hacerlo me desubiqué en el aire, me golpeé, caí de cara, se me rompió el diente, el hueso de la quijada se me fracturó, y en ese momento tuve que vencer mi miedo. Para vencer eso tuve que empezar de nuevo desde abajo; Iván Bautista me agarraba con el cinturón (un aparato de entrenamiento) una hora, ahí me tenía amarrado y haciendo el clavado, lo que hacen los niños yo lo volví a hacer, armamos una plataforma especial para poder hacer este clavado otra vez, en el agua hacía el clavado desde el trampolín de un metro, lo que hacíamos ahí era recuperar la confianza”.Destaca trabajo de Iván Bautista y compañerismo del “Pollo” GarcíaDos de las personas más trascendentales en la vida de Germán Sánchez son su entrenador Iván Bautista y su inseparable compañero en la plataforma, el medallista Iván “Pollo” García, a quienes considera como su padre y su hermano, respectivamente, por todo el apoyo y las vivencias que ha tenido con ellos.“Iván Bautista es como mi segundo papá porque él ha estado conmigo, me ha regañado, pero lo que más ha hecho es haberme demostrado su apoyo. Una vez nos estaba regañando a mí y a Iván y nos dijo que aunque estuviéramos en la cárcel él iría a apoyarnos y esto lo ha demostrado, no sólo con nosotros, porque yo veo que siempre ayuda a todos los niños de clavados, les tiene paciencia y nunca le ha dicho que no a ningún atleta, él siempre los recibe con los brazos abiertos. Iván García, sin duda alguna es como mi hermano, yo sé que él es la persona que si yo necesito algo saldría corriendo a ayudarme. Tiene su carácter, pero es muy servicial, al igual que su familia”.Consejos de Boudia, claves en su carreraEl “Duva” no olvida que una de las anécdotas que marcó su carrera para siempre fueron los comentarios del estadounidense David Boudia, campeón olímpico en Londres 2012 y medalla de bronce en Río 2016, quien le aconsejó que pase lo que pase en los clavados, siempre habrá alguien que te espere con los brazos abiertos.“Alguien que nos ayudó mucho y nos dio muchos consejos fue David Boudia, era campeón olímpico y él nos dijo que ‘esto no es todo en la vida, el deporte es un momento y es padre disfrutar todo esto, pero si tú sales de aquí, te apuesto que las personas que te aman siempre van a estar y no van a depender de si eres o no campeón’ y nos dejó esa enseñanza. Cuando ‘Pollo’ y yo le preguntamos que por qué competía tan suelto dijo ‘salgo de aquí, gane o pierda mi esposa va a estar esperándome, me va a decir que me ama y mi hija va a querer jugar conmigo, sea lo que sea’; me siento muy contento por eso, porque puedo contarles lo que hice y enseñé a mis compañeros”.TÓPICOS• Su pasión por la lucha libre “Desde que era niño las veía en la televisión. Mi máximo ídolo era el Místico, yo quería imitarlos sabiendo que estaba mal, pero gracias a ellos aprendí a hacer mortales hacia atrás y hacia el frente. Yo llegaba de la escuela y jugaba con mi papá, mínimo una caída, iba a la papelería y compraba papel fomi para hacer mis máscaras, mis zapatos de la escuela no los boleaba para ir a la escuela, sino para que parecieran de luchador”.• La razón de su ingreso al Ejército “Es un gran apoyo el que me da la Sedena, yo entré en el sexenio pasado por medio de mi general Castillo que nos abrió las puertas. Comencé desde abajo, como soldado y ahora soy cabo, nos han ayudado bastante a mí y a mi familia, tenemos el seguro de gastos médicos militar y prestaciones. Ellos quieren beneficiar al deporte de México, por ejemplo en Juegos Olímpicos nos mandaron un médico especial para los atletas que pertenecían al Ejército y a la Marina”.• Lo que no se vio en Río 2016 “Iván (García), antes de las Semifinales, cuando queda en tercer lugar, se resbala de la plataforma y cae de panza. Mucha gente nos ve sólo en los Juegos Olímpicos, pero no ve lo que hacemos durante los cuatro años del ciclo y no vieron que Iván se levantó de una caída. Cuando yo tiro mi último clavado, él llega y me felicita, me dio un abrazo y me dice ya eres medallista, te lo mereces. Yo lo entiendo, tuvo una frustración, pero yo sé que es un guerrero y un excelente clavadista”.LA FRASE“Quizá el día de mañana si mi hijo me dice que no pudo hacer algo yo le voy a decir que si yo me pude levantar de esto(sus lesiones), él se puede levantar de cualquier cosa”.Germán Sánchez, clavadista