RÍO DE JANIERO, BRASIL (07/SEP/2016).- El fuego paralímpico brillará a partir de este miércoles en el estadio Maracaná de Río de Janeiro: cuatro mil 300 deportistas discapacitados de 161 países serán ejemplo de determinación, constancia y superación en los primeros Juegos de Sudamérica.La ceremonia de apertura marcará el inicio de esta cita deportiva, que se realiza tres semanas después de los exitosos Juegos Olímpicos y en medio de una severa crisis económica y política en el país anfitrión.Liderados por el sirio Ibrahim Al Hussein, un miembro del primer equipo de los refugiados paralímpicos, más de cuatro mil 300 atletas de 161 naciones desfilarán al ritmo la contagiosa música brasileña.La ceremonia del diseñador Fred Gelli, el escritor Marcelo Rubens Paiva y el artista Vik Muniz tendrá como lema "todo el mundo tiene un corazón" y se centrará "en la condición humana, los sentimientos, los desafíos, la solidaridad y el amor".Cerca de 500 personas, entre coreógrafos y artistas, algunos con discapacidad, participarán de la ceremonia junto a dos mil voluntarios.Londres impuso una barrera alta en 2012 con la organización de unos Juegos con estadios llenos, cargados de fervor. Entre huelgas y protestasLos Juegos corren el riesgo de mostrar una cara peor que la de los Olímpicos, en los que los espectadores brasileños mostraban muchísimo interés por los deportistas de su país, pero nada por el resto de la competencia.Con todo, la organización aseguró que vendió 1.5 millones de entradas y que espera que el millón restante se agote en los próximos días.Esto será clave porque las arcas están vacías y la falta de patrocinadores y los gastos imprevistos de los Olímpicos afectó el presupuesto global de Río 2016.Los Juegos se realizan además en medio de una severa crisis económica y política, que llevó a la caída de la presidenta Dilma Rousseff la semana pasada. Fue reemplazada por su ex vicepresidente, el derechista Michel Temer, que también goza de niveles bajísimos de popularidad y puede ser abucheado cuando inaugure los Juegos, como el 5 de agosto en apertura olímpica.Y eso se le suma una huelga del sector bancario y una manifestación de trabajadores de la compañía municipal de agua contra una posible privatización. El ambiente no es nada festivo. Olvidar la discapacidad Un 6.2% de los más de 200 millones de brasileños tiene una incapacidad, según cifras oficiales de 2015.Los desafíos son innumerables: en Río no hay veredas o están llenas de pozos, los semáforos no tienen sonido, no hay rampas o son tan pronunciadas que obligan al discapacitado a hacer una fuerza brutal para subirlas, las rampas de los buses no funcionan o el conductor no sabe operarlas."Ninguna ciudad sede de los Juegos llegó al evento completamente accesible, ni siquiera Londres. Creo que Río de Janeiro mejoró bastante", dijo el presidente del Comité Paralímpico Brasileño (CPB), Andrew Parsons.Y en medio de la crisis y las críticas, llegó a Río el fuego paralímpico con un mensaje de igualdad, determinación, inspiración, coraje, poder de transformación y pasión por el deporte."Estos Juegos harán historia, abrirán el movimiento paralímpico a todo un continente con millones de personas como testigos de por qué los Juegos son el principal evento deportivo impulsor de inclusión social", celebró el presidente del Comité Paralímpico Internacional (CPI), Philip Craven.Futbol para ciegos, atletismo, rugby y voleibol en silla de ruedas, natación, esgrima y equitación destacan en el programa de 22 deportes de esta edición, dos más que hace cuatro años, con la entrada del canotaje y el triatlón.Y los atletas, que vienen preparándose por cuatro años, están listos para demostrar que su incapacidad no es impedimento para conseguir una medalla.No estará la poderosa delegación rusa, que fue excluida de los Juegos debido al gran escándalo de dopaje de Estado.El CPI espera una audiencia de cuatro mil millones de televidentes de 154 países, mayor a la de Londres.Y a través de Paralympics.org, se garantizarán 680 horas de transmisión en 15 canales de alta definición.