Osi Umenyiora se despedirá con los Gigantes

NUEVA YORK, ESTADOS UNIDOS (27/AGO/2015).- El ala defensiva Osi Umenyiora firmó ayer un contrato de un día con los Gigantes de Nueva York para cumplir su sueño de retirarse de la NFL como parte de este equipo, luego de 12 temporadas activo.

En febrero pasado, el dos veces invitado al Tazón de los Profesionales admitió que aún no planeaba decirle adiós de manera definitiva a los emparrillados, pero desde entonces tenía muy claro que cuando llegara el momento, lo haría con la franquicia neoyorquina, la cual fue su casa por una década.

A lo largo de su andar como estelar en la Liga, el nacido en Londres consiguió 435 tackleadas, 17 pases defendidos, una intercepción, pero sobre todo, será recordado por sus 85 capturas, 75 con la casaca de los Gigantes.

Dicha cantidad lo colocó como el cuarto en la historia de esta institución, sólo a la sombra de Michael Strahan (141.5) y Lawrence Taylor (132.5), integrantes del Salón de la Fama; además de Leonard Marshall (79.5).

Después de esos 10 años, en los cuales levantó dos veces el trofeo Vince Lombardi (XLII y XLVI), Umenyiora firmó con los Halcones de Atlanta, donde permaneció dos campañas y registró una hoja perfecta de 32 partidos.

En un comunicado, el presidente y gerente general de los Gigantes, John Mara, externó que “Osi fue uno de los alas defensivas de élite y pieza clave en nuestros dos Súper Tazones. Pero fue mucho más que eso, siempre dio el 100 por ciento. Se representó a sí mismo y a nuestro equipo como un verdadero profesional, fue un gran ejemplo para sus compañeros”.

Su nombre también aparece en las páginas doradas de los “Giants” como líder histórico en balones sueltos forzados con 32, fue el mejor en cuanto a sepulturas en toda la Conferencia Nacional (NFC) en 2005 y dos años más tarde estableció el récord de más capturas en un sólo juego, al endosarle seis a las Águilas de Filadelfia.

El romance de Umenyiora con la NFL empezó cuando fue reclutado en la segunda ronda del draft 2003 y supo reponerse al trago amargo que vivió en 2008, cuando no jugó ni un encuentro por culpa de una cirugía en la rodilla.