Oportunidad de limpiar la imagen del país

GUADALAJARA, JALISCO (13/OCT/2011).- Durante 17 días, Guadalajara será la capital de la fiesta. Vendrá gente de toda América. La verdad, ni fu ni fa. Para los taxistas parece que no será negocio. ¡Wow, no volverá a verse nada así en mucho tiempo! Lo único que habrá es tráfico y molestias. De estar desactivando bombas en Juárez, definitivamente es más seguro revisar sedes deportivas en la capital jalisciense... Las opiniones sobre los Juegos Panamericanos pueden ser tantas y tan contrastantes como se quieran. Sin embargo, hay algo en lo que todos coinciden: este evento es la oportunidad de limpiar la imagen de México.

“Lo que yo quiero es que en el mundo sepan que la mayoría de los mexicanos somos buenos”, cuenta Elisa, una joven en silla de ruedas que practica natación y que intentó participar en los Juegos Parapanamericanos 2011, aunque no quedó seleccionada, “todavía no sé por qué”. Aun así está emocionada porque ya ha asistido a eventos deportivos de menor tamaño, y siempre son experiencias “inolvidables”, asegura.

Falta un día para que inicien los Juegos Panamericanos y en la mayoría de las sedes siguen ajustando detalles, desde cortar el pasto en los alrededores hasta arreglar goteras o terminar a pasos apresurados alguna sede, como la de atletismo, que estuvo en riesgo de no alcanzar la certificación. Y es que hay otro dato en el que todos coinciden: hay mucha desorganización y algunos delegados de los países ya se dieron cuenta.

Por ejemplo, el lunes pasado había una cita en la Villa Panamericana para todos los delegados. El de Bermudas simplemente no llegó porque los policías federales no permitieron el acceso al carro en que lo llevaron, a pesar de que supuestamente era oficial; o la delegación de Cuba, que llegó a entrenar basquetbol y no estaba terminado el domo.  

A pesar de esos detalles, el ánimo de fiesta se intensifica –al parecer hasta en los policías– y los nervios de los deportistas se incrementan.  Se ve que entran y salen de todas las sedes deportivas, cada vez más vigilados tanto en sus horas de sueño –tienen que dormir más de nueve horas diarias–, como en su alimentación, cada vez menos según se acerca el día de la competencia, según explican algunos deportistas que salen a la carrera del sitio donde entrenan.

La fiesta en la sangre

Por más que la gente esté estresada, un taxista que vivió el Mundial de Futbol México 86 dice que es difícil que alguien se escape de sentir la “vibra” de la fiesta. “Hasta yo me iba afuera de los hoteles de los deportistas. Los de Brasil, por ejemplo, se salían a los balcones a tocar los tambores y la gente allí abajo, gritándoles y tomando en la calle. Era una cosa que ni se imagina… nunca lo he vuelto a vivir. Y yo pienso que eso mismo va a pasar estos días”.

Como él, hay otros taxistas que creen no tener beneficios económicos, porque la mayoría de los visitantes tiene el servicio de transporte incluido en su tarifa de hotel. Pero están preparados para ver la transmisión de los partidos –en la tele de los sitios– mientras esperan algún servicio.

En las taquillas del Centro de la ciudad ya se ven delegaciones de otros países que llegan en grupo y cantan o tocan instrumentos a la hora de hacer la fila. Paralelamente se ven los inspectores de Guadalajara persiguiendo a los comerciantes para que desocupen toda esta zona, incluido el Parque Morelos, donde los policías dicen que sólo les queda “espantar” a los clientes de las trabajadoras sexuales.

En el resto de sedes deportivas, lo más común es que la gente que va pasando se sorprende por el movimiento y por los anuncios de los Panamericanos, y se detienen a comprar boletos.

Diana Ruth Arciga trabaja para Ticket Master y cuenta que desde hace dos semanas se disparó la venta de boletos “y ya casi se acaban todos”. Para el lunes pasado ya quedaban boletos para pocos deportes, como hockey, judo, lucha, frontón, beisbol y baloncesto femenil. “No sé por qué se acaba primero todo lo que es competencia varonil, a excepción del voleibol femenil. La gente no sabe qué comprar, nos piden que los asesoremos. La mayoría es gente que va pasando y que se acerca a ver qué y se animan a comprar, porque la verdad no están caros”.

Esta joven de Puebla ya ha asistido a eventos deportivos internacionales y dice que lo que más le gusta es sentirse acogida: “Espero que los tapatíos arropen a los turistas y los hagan sentir en casa. Es normal que haya molestias de tráfico y todo eso, pero no tenemos que olvidar que es el momento de que México limpie su nombre. Los Panamericanos nos tienen que salir muy bien; no sé si tendremos otra oportunidad como ésta”.

Mayra, una entrenadora de personas con discapacidad en el Code, está emocionada especialmente por el evento de inauguración, pero piensa que la promoción de los Panamericanos se hizo muy tarde, porque apenas la gente empieza a sentir que ya viene el evento. Ella piensa que los Juegos deberían ser una oportunidad para que se difunda más el deporte, pues “yo he visto cómo le cambia la actitud a la gente. Los que entrenan conmigo normalmente llegan con mal carácter y luego se van haciendo más alegres, independientes… yo creo que eso serviría para toda la sociedad”.

Estos días las sedes ya son “una locura”. Entran y salen deportistas, trabajadores, funcionarios de Cofepris que vigilan los alimentos y la calidad del agua, principalmente; de la Odepa, paramédicos de cada país, voluntarios y muchos, muchos federales, incluidos los del equipo canino y del equipo de explosivos, que todos los días vigilan la seguridad de absolutamente todas las instalaciones deportivas.

Avenida Chapultepec ya está cerrada desde el pasado miércoles por la mañana, de La Paz a Mexicaltzingo. Y hasta los policías federales que se alojan por ahí, se estacionan en los alrededores de este punto porque lo consideran uno de los más atractivos y “seguros”.

Paola, voluntaria.
“La verdad sí ha habido mucha desorganización, pero ojalá salga bien todo para que se lleven buena imagen de México”.

Mariana, estudiante de secundaria.
“Voy a comprar boletos para la competencia de atletismo, porque a mi cuñada le gusta correr”.

Policía federal.
“Esto es un evento internacional y nuestro operativo tiene que ser de ese nivel, con todo y las exigencias de países como Estados Unidos”.

Diana Ruth Arciga, vendedora de boletos de Ticket Master.
“La mayoría que compra boletos son vecinos que pasan por aquí y se detienen a ver qué hay. Y poco a poco se va sintiendo la emoción”

Mayra, entrenadora de powerlifting.
“Cuando vamos a otros eventos me da coraje que digan que los mexicanos somos violentos. Y ojalá en Guadalajara vean que no somos así”.

Alberto, ciudadano.
“Vienen mis amigos de Puebla para ver voli, atletismo, natación y futbol. Nos da mucha emoción porque vamos a ver otras culturas”.

Luis Arturo Jiménez, director de Quejas de la Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco.
“Hasta el momento no hay quejas por el retiro de vendedores e indigentes del Centro de la ciudad, más que la que el PAN interpuso el martes”.

Elisa María, joven con discapacidad.
“A mí el deporte me ha cambiado la vida. Le tenía pánico al agua y ahora ya no puedo dejar de hacer natación… los Panamericanos son uno de mis sueños”.