Nube de ceniza del volcán eclipsa Gran Premio de China

SHANGHAI, CHINA.- La nube de ceniza del volcán islandés Eyjafjalla eclipsó el Gran Premio de China, otra carrera loca por la lluvia ganada por el británico Jenson Button de McLaren y otra carrera cuesta arriba para Fernando Alonso de Ferrari, sancionado por adelantarse en la salida que le obligó a remontar desde el puesto decimoséptimo al cuarto.

Pero en Shangai, desde el pasado sábado, no se hablaba de otra cosa que de la nube de ceniza del volcán islandés Eyjafjalla, que había obligado a suspender todos los vuelos con Europa y la dificultad que esto podía acarrear a los equipos para regresar a sus bases y preparar la próxima carrera, el Gran Premio de España, del 7 al 9 de mayo en Barcelona.

La primera preocupación de los equipos es que todo el material pudiera regresar cuanto antes a sus bases para poder preparar el Gran Premio de España en el que la mayoría de los coches presentarán muchas novedades.

Los coches y el material son transportados en dos aviones de carga, que no han podido salir de Europa, y se ha tenido que recurrir al alquiler de otros dos para no retrasar las operaciones de los equipos, que deberán aterrizar en alguno de los pocos aeropuertos abiertos para depositar allí su carga y continuar por carretera el viaje hacia las respectivas sedes, casi todas ellas en Inglaterra, uno de los países más afectados por la nube de ceniza.

En cuanto al personal, tan solo el presidente de la Organización de la Fórmula Uno, el británico Bernie Ecclestone, se había desplazado a Shanghai a bordo de su avión privado con lo que era el único que no tenía problemas para regresar a Europa, aunque no lo podrá hacer directamente a Londres.

El resto de los miembros de los equipos se habían desplazado a Shanghai en vuelos comerciales, justo antes de iniciarse la crisis del volcán, y desde los pilotos a los mecánicos, se dedicaban a hacer conjeturas y establecer rutas de regreso para poder retornar cuanto antes a Europa.

El sábado todavía se bromeaba y si el alemán Sebatian Vettel de Red Bull decía que volvería en coche, su compañero de equipo comentaba que regresaría a su Australia natal a nado e incluso se buscaban destinos paradisíacos cercanos como la isla de Koh Samui, en Tailandia, para esperar que se normalizara el tráfico aéreo.

Los responsables de los equipos estaban de acuerdo en que a partir de los cuatro días de retraso en la llegada del material podía comprometerse la realización de los trabajos de preparación del Gran Premio de España, que en el caso del equipo Virgin son fundamentales ya que deben aumentar la capacidad de los depósitos de gasolina para poder terminar las carreras.

Durante la carrera que, como ocurrió en Australia, ha sido una de las mas espectaculares de los últimos tiempos por la lluvia que ha caído con intermitencia, no se hablaba de otra cosa que no fuera la forma de regresar al viejo continente.

Ante la cruda realidad de que la situación los equipos no han tenido más remedio que recurrir a la contratación de aviones que puedan despegar de Europa, de momento España e Italia, para poder regresar al punto más cercano posible y desde ahí por carretera alcanzar sus bases.

El Gran Premio de Japón de motociclismo, que debía disputarse el próximo fin de semana en el circuito de Motegui, ha tenido que ser aplazado, con todo el material técnico en tierra nipona que había sido llevado directamente desde Doha, escenario de la primera prueba, ya que el desplazamiento de los equipos era de momento imposible.

A la Fórmula Uno le ha salvado el que ahora empieza la temporada europea y los desplazamientos se podrán hacer por carretera, pero la nube de ceniza del volcán islandés Eyjafjalla eclipsó al Gran Premio de China, del que el actual campeón del mundo Jenson Button, sale líder.