Nigeria no hace caso a la FIFA

LAGOS, NIGERIA (03/jul/2010).- La Presidencia de Nigeria ignorará el ultimátum que le ha dado la FIFA para que antes de las 18.00 del lunes próximo revoque su decisión de suspender por dos años a su equipo nacional debido a su mal desempeño en el Mundial de Sudáfrica, dijo hoy a Efe una fuente del Gobierno.

La fuente, que pidió no ser identificada, precisó que, al tomar la decisión de suspender la participación de Nigeria en competiciones internacionales, la Presidencia "contó con la previsible reacción de la FIFA" y consideró que no debía "asustarse" ante una posible suspensión.

El Gobierno, en cualquier caso, no ha reaccionado oficialmente a la advertencia del secretario general de la FIFA, Jerome Valcke, quien advirtió que "Nigeria ha ido demasiado lejos y será suspendida si no cambia su posición en las próximas 48 horas".

La FIFA dio un ultimátum a Nigeria para que revoque, antes de las 18.00 del lunes próximo, la suspensión de dos años a su selección decretada por el presidente Goodluck Jonathan, según dijo ayer el portavoz de la organización, Nicolas Maingot.

Este viernes, la FIFA remitió una carta en la que emplazaba al presidente Jonathan a que retirara la suspensión anunciada y señalaba: "Si no lo hace, la consecuencia será la suspensión de la Federación Nigeriana de Fútbol", afirmó Maingot.

La suspensión de la Federación Nigeriana llevaría aparejada la inhabilitación de todos sus equipos nacionales, sus clubes y sus árbitros para participar en competiciones internacionales, así como la suspensión de la ayuda financiera que proporciona la FIFA a todos sus miembros.

Jonathan anunció la decisión de retirar los equipos nacionales de las competiciones internacionales durante dos años debido al bajo rendimiento de Nigeria en el Mundial de Sudáfrica 2010 y disolvió la Federación de Nigeria de Fútbol (NFF), al tiempo que constituía un órgano provisional para supervisar el fútbol en el país.

Los estatutos de la FIFA y de la Confederación Africana de Fútbol (CAF) prohíben la interferencia de los Gobiernos en materia futbolística, lo que ha ocasionado diversos conflictos en los últimos años con varios países.