Ni aquí, ni allá

Vaya cantidad de tiempo que se le ha dedicado desde la charla del café, o la discusión en el dominó, hasta en los medios, a un tema que en si mismo es interesante para el raciocinio, y que fue puesto en la mesa del debate en aquel patético episodio que protagonizó Nery Castillo en su tristemente célebre frase dirigida a un reportero: “tu estas aquí y yo estoy en Europa”. Más allá de la cuestionable brevedad mental del potosino por esta afirmación, en el fondo tocó el nervio.

Nuestro futbol urgido por mejorar su nivel, ha celebrado con banda y cohetes cada vez que logra exportar a un futbolista al extranjero, y más si es al Viejo Continente, dado que México no es un país exportador de jugadores, por lo mismo se considera un gran logro el transferir a un elemento a otros lares; desde luego que sí hay sustento para la algarabía cuando uno de los nuestros tiene la gran posibilidad de trascender codeándose con los mejores, pero como en la vida real, festejamos la boda aunque después la vida matrimonial sea un calvario, es decir, que se vaya y ya como le caminen las cosas es otra historia.

Retomando lo dicho por Nery, la respuesta del reportero fue instantánea y crispada: “estas en Europa, pero no juegas”, y de ese enfrentamiento verbal entre el jugador y el periodista se inició un debate del cual la mayoría de quienes gustamos del futbol seguramente habremos participado en más del alguna ocasión.

El tema se torna álgido cuando está de promedio la Selección Nacional, porque la teoría manifiesta que quien se está compitiendo con los mejores en automático tiene mejor nivel que los jugadores que están participando en la Liga local, pero ya en los hechos son varios los jugadores mexicanos que de plano no han podido con el nivel que se practican en las ligas mas importantes del mundo, pero el simple hecho de estar en Europa en la Selección Tricolor ya tienen su derecho de apartado, y de aquí parten los desencuentros; hay jugadores que en la Liga local mantienen una regularidad futbolística que les permite destacar y acumular méritos para aspirar a vestir la camiseta verde, y en contra parte quien está enrolado en algún club europeo no tiene acción o la tiene mínimamente.

Luego entonces, la ecuación se plantea ¿tiene mayor nivel de juego quien está en Europa pero que solamente entrena? o ¿quien en una Liga de menor categoría está en permanente competencia y en buen rendimiento?

El estatus de estar en Europa, aunque sea como banca (y casi nunca juegan), pesa porque normalmente los técnicos se curan en salud y los llaman a pesar de estar consientes de que acá hay buen material humano, porque llamando a los “europeos” no se exponen a que les digan que no se pueden permitir el lujo de prescindir de un determinado jugador porque está en Europa, y allá no todos pueden estar.

La última palabra la tiene siempre el técnico, pero el debate se ha puesto bueno y por momentos hasta de altura en cualquier situación formal o informal.  Lo que no se vale es que “banqueros europeos” no marquen esas diferencias que justificarían su derecho de apartado; lo ideal, sin duda, es que los jugadores mexicanos emigren que tengan éxito y que su crecimientos futbolístico le aporte al “Tri”.

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