Muy larga espera por un boleto

GUADALAJARA, JALISCO (26/OCT/2011).- A las 10 de la noche del lunes Susana y su comitiva abordaron un autobús en la central camionera de Torreón.

Casi diez horas después, las nueve, siete de ellas gimnastas juveniles, llegaron a Guadalajara y de inmediato se trasladaron con la amiga tapatía que las esperaba.

Después de un breve descanso, a las once ya estaban en el Complejo Nissan de Gimnasia. Comenzaba la verdadera aventura.Susana había buscado los boletos en internet desde mayo y ahora, casi mil kilómetros después de su casa, enfrentaba un inclemente sol en la búsqueda de unas esquivas entradas que se agotaron dos personas antes de llegar a la taquilla.

Su comitiva, mientras tanto, casi encabezaba la fila de “a gratis”, a donde se unió con las malas noticias. De adentro del inmueble llegó la información de que el recinto estaba a un 60 por ciento de su capacidad. Y el comité organizador supo lo que era la presión de nueve mujeres oriundas de Torreón.

A las cuatro de la tarde por fin lograron ingresar, gracias a aquellos que donaron su boleto al retirarse del complejo. Ellas, y 93 afortunados más, lograron entrar.

Pero no era todo. Víctima del calor, el desvelo y el viaje, Marifer, una de las chicas, se desvaneció. En la enfermería se recuperó y Susana alcanzó a integrarla en el instante mismo de la premiación. No hubo mucho tiempo para el festejo. El autobús de regreso a Torreón salía a las 20:30.

“Nos dimos cuenta de lo triste que es este tema de los boletos, pero contentas porque logramos entrar.”

BOLETOS
Los buenos samaritanos

El equipo de aficionadas encabezado por Susana consiguió entrar a ver la gimnasia gracias a diversas personas que donaron sus boletos al salir del comble donde se desarrollan las competencias.