Místico hace la diferencia

GUADALAJARA, JALISCO (27/AGO/2012) .- Como si no hubiera pasado el tiempo y la figura fuera la misma, el público, sobre todo los niños, se le entregó a Místico en su segunda presentación en Guadalajara en lo que ahora se le llama "la nueva era". El otrora ''Dragon Lee'', estuvo acompañado de ''La Máscara'' y juntos derrotaron a las fuerzas rudas de ''Mephisto'' y ''Euforia'' en tres caídas, en la lucha estelar del domingo familiar de la Arena Coliseo de Occidente.

Los del bando oscuro se ensañaron con el ''Príncipe de plata'' y oro desde el inicio de las hostilidades; aprovecharon que el réferi estuvo de su lado impidiendo que le auxiliara Máscara, por lo que se dieron un festín con toda clase de fechorías, mientras que los asistentes suplicaban que ya no golpearan a su ídolo.

Y sin decir "agua va", el representante del tridente del terror, ''Mephisto'', dio una salvaje patada al esteta, fauleándolo, para ponerle espaldas planas. Ya sin poder hacer mucho, el hijo del Brazo de Oro quiso hacer algo pero ''Euforia'' le aplicó una rana para también dejarlo fuera en tres palmadas.

''La Máscara'' no se iba a quedar con los brazos cruzados, siendo el encargado de la reacción científica en el segundo tercio de batalla, se fue con todo contra el príncipe de las tinieblas y con una casita lo rindió, esto lo aprovechó Místico para hacerle pagar lo que ''Euforia'' le había hecho, por lo que con una rana también lo ponía espaldas planas y dejarlo fuera en tres segundos.

Para la tercera y definitiva caída, los técnicos hicieron gala de sus habilidades, ante la impotencia de los rudos, quienes soportaron el doble vuelo, ''La Máscara'' entre segunda y tercera cuerda, mientras que el de plata y oro se impulsaba por encima de la tercera, para hacer más espectacular la escena.

El de la dinastía de los Alvarado Nieves aplicó su llave maestra, la campana, a ''Euforia'' para rendirlo, mientras que el ahijado de ''Fray Tormenta'', con unas tijeras voladoras, se amarraba del brazo izquierdo de ''Mephisto'', para tumbarlo sobre la lona y lo rendía con una palanca; todo ante el beneplácito del respetable que festejó el triunfo de los científicos de cinco estrellas.

EL INFORMADOR / RODRIGO VELÁZQUEZ