Mictlan rapa a Máscara Mágica

GUADALAJARA, JALISCO.- Luego varias semanas de ser humillado, Mictlan tuvo finalmente su revancha ante Máscara Mágica al imponerse en el duelo de cabelleras que se disputó anoche, en la Arena Coliseo.

En una pelea en donde el mayor tiempo de la primera caída se la pasaron afuera del ring, el réferi Willy “Loco” Estada decidió descalificar al “Profesor de Educación Física”, por exceso de violencia sobre Mictlan, tanto fuera como dentro del ring.

En la segunda caída, Máscara sometió con una serie de llaves continuas a Mictlan, dejándolo en el piso sin defensa alguna, para la cuenta de tres y de esta forma igualar las acciones.

Ambos contendientes se encontraban dando todo de sí para no perder la cabellera. Sin embargo, en la tercera caída, el “Brad Pitt de la lucha” voló desde la tercera cuerda para caer sobre Máscara Mágica, y después de varios intentos por parte de ambos, Mictlan logró poner espaldas planas a Máscara Mágica. Estrada contó los tres segundos, y se definió la contienda.

Al principio, Máscara se oponía a ser rapado. Sin embargo, entró el peluquero y comenzó a cortarle la cabellera, y a final de cuentas, el perdedor terminó cortándose el mismo la cabellera.

México gana el duelo ante Japón

Último Guerrero, Shocker y Blue Panther le dieron el triunfo a México, al vencer en la segunda y tercera caída a la tercia japonesa, en la lucha estelar del “Mexicanísimo miércoles de glamour”.

Los representantes de Japón, Liger, Yuhiro y Naitoh, trataron desde el comienzo de la pelea de imponerse ante el equipo del Último Guerrero, lo que les llevó a ganar la primer caída cuando Liger le aplicó una llave en el cuello al “luchador de otro nivel”, mientras que el “Mil por ciento guapo” y Panther se encontraban tirados por el castigo en .

Pero los mexicanos sacaron el orgullo a partir de la segunda caída. Pese a que Último Guerrero milita en el bando rudo, supo hacer equipo con el heredero del “Pato” Soria y con su paisano Panther, para poner quietos a los nipones, que no tuvieron de otra más que digerir la derrota y sufrir las burlas del público.