Mi golf está comenzando a mostrar solidez: Tiger Woods

PEBBLE BEACH, CALIFORNIA (16/JUNIO/2010).- El golpe que recibió enorme atención durante las prácticas hace 10 años en Pebble Beach, California, fue uno con un fierro 4 que Tiger Woods envió tan alto, tan recto y con tanta precisión, que cayó suavemente cerca de la bandera del hoyo 12.

No ocurrió así el martes en el US Open. No hay mucho de Woods que se vea como solía verse.

“¡-Tiger!”, murmuró para sí mismo, después de que su golpe con el fierro 4 se desplazara débilmente hacia la izquierda del decimosegundo green, más cerca de los espectadores que de la bandera.

En otra mañana fría y nublada en la península de Monterey, Woods conectó dos impactos en el hoyo 13 (uno a la izquierda hacia una trampa de arena, y el otro al fairway), sus últimos golpes del día. Su caddie recuperó las pelotas y siguió a Woods a través de un espacio en la cerca, hasta una camioneta para marcharse al campo de prácticas. Había demasiados golfistas y la ronda de entrenamiento estaba tardando demasiado.

Nada de eso se compara, de tantas formas, con el último US Open que disputó en Pebble Beach.

Hace 10 años, Tiger llegó a este campo habiendo ganado 12 veces en los nueve meses anteriores. Este año sólo ha concluido 13 rondas durante los siete meses pasados. En el año 2000, era el favorito por un enorme margen, como lo era en prácticamente todos los torneos. Este año, el experto en apuestas Williams Hill, lo coloca como co-favorito con Phil Mickelson, el campeón del Masters de Augusta, en 8-1.

Lo único especialmente preciso de Woods el martes fue su lengua, cuando un periodista le preguntó sobre la situación de su matrimonio. “Eso no es de su incumbencia”, respondió secamente.
 
Si el mejor jugador del mundo tiene algún solaz en este US Open, son sus antecedentes en Pebble Beach. Ganó este evento de la gira de la PGA, con una ventaja de cinco golpes en la última ronda, y luego envió ondas de choque a través del mundo del golf, con un juego cercano a la perfección. En un campo en el que ningún otro golfista ni siquiera logró ubicarse por debajo del par, Woods concluyó con un total de 272 impactos, 12 bajo par, para ganar por 15 golpes de diferencia.

“Esa fue realmente una llamada de atención para muchos señores”, dijo Ernie Els, quien jugó en la última ronda con Woods esa semana. “Muchos comenzaron a hacer modificaciones en su juego, y muchos elevaron su condición física a otro nivel. Y 10 años después, aquí estamos”.

Tras cinco meses fuera de los campos mientras enfrentaba el escándalo derivado de sus amoríos extramaritales, Woods quedó empatado en cuarto sitio en el Masters de Augusta con un desempeño sobresaliente. Pero su participación en los tres torneos desde entonces, ha dejado mucho que desear, e incluso no pasó el corte en el torneo Quail Hollow.

Ahora llega el US Open, el lugar del desempeño más dominante en la historia de los “Majors”, y abundan las interrogantes sobre cómo jugará Woods.

Tiger se mostró optimista

“En cuanto a mi juego, estoy emocionado de dónde está... sobre cómo ha progresado”, señaló Tiger. “Ha mejorado. He tenido más tiempo para practicar y jugar, está comenzando a mostrar solidez, y en realidad estoy emocionado de empezar el jueves”.