McIlroy resurge de sus cenizas

HOYLAKE, INGLATERRA (22/JUL/2014).- La celebración comenzó mucho antes de que Rory McIlroy tuviera siquiera oportunidad de tomar de la Jarra de Plata.

McIlroy estaba en el Royal Liverpool para el tradicional brindis con el R&A, pero le fue imposible ignorar los cánticos de los miembros del club quienes esperaban tener un encuentro con el campeón.

“¡Rory!, ¡Rory!, ¡Rory!”. Era una escandalosa escena para un club que comienza con “Royal”, pero así es en Liverpool.

Los miembros abuchearon a cualquier persona que descendió de las escaleras y que no tuviera el pelo rizado color café, pecas y una Jarra de Plata. Y las porras estremecieron la casa club cuando el “Joven Maravilla” finalmente bajó sosteniendo el trofeo más viejo en la historia del golf.

La escena era muy diferente hace un año.

En aquel entonces, McIloy se paró en un podio improvisado afuera del campo de Muirfield, hablando con los reporteros con la mirada perdida. Acababa de abrir con 79 golpes, su peor inicio en un Major, en lo que se perfilaba como un año para el olvido. No tenía idea de qué era lo que estaba mal con él o con su juego.

“A veces siento que estoy caminando por ahí y estoy inconsciente”, dijo aquel día. “Trato de concentrarme, pero no puedo comprenderlo. Definitivamente estoy pensando de más”. Se veía perdido.

Ahora se ve como el mejor jugador de golf. Y las probabilidades indican que los perores tiempos pueden guiar a los mejores.

Si Rory se sintió inconsciente en el campo hace un año, el norirlandés se mostró explosivo el viernes por la tarde en su camino a firmar una tarjeta de 66 golpes. Pero el momento cumbre de su campeonato llegó el sábado, cuando McIlroy pasó de compartir el liderato a comandar el torneo con seis golpes de ventaja en sólo una hora. Rory embocó eagles en dos de sus tres últimos hoyos con dos épicos drives, dos swings maravillosos y dos putts perfectos.

Nada fue fácil para McIroy en los últimos 18 meses.

Fue criticado por cambiar su equipo cuando firmó un mega pacto con Nike. Mostró su juventud cuando abandonó el Honda Classic a la mitad, culpando en un principio a un dolor provocado por la muela del juicio. Cambió de agente por segunda ocasión y las demandas que acarreó la decisión aún está por definirse en la corte. Se comprometió con la tenista Caroline Wozniacki a inicio del año y después rompió el compromiso por teléfono en mayo.

Y ahí estaba el domingo, presentado como “el campeón del golf del año”. Cuestionado por el punto más bajo durante su mala racha, McIlroy no dudó.

“Este momento en el año pasado”.

A pesar de todo, nunca dudó que podría volver. Ganó el US Open y el PGA Championships por ocho golpes. Esos dos triunfos en majors no fueron accidentes.

“Sólo estaba tratando de encontrar una manera de surgir de nuevo”, dijo McIlroy. “Pero sí, definitivamente no librar el corte en Muirfield el año pasado fue el punto más bajo. Nunca quedé perdí un corte en el Abierto (Británico) antes. Me dije a mí mismo, ‘trataré de que nunca pase de nuevo’. Es una gran diferencia lo que hace un año. Pero de buena manera”.

PARA SABER
Clasificación mundial

Golfista (País) Puntos de media

1.- Adam Scott (Australia) 9.24

2.- Rory McIlroy (Irlanda del Norte) 8.16

3.- Henrik Stenson (Suecia) 7.81

4.- Justin Rose (Inglaterra) 7.34

5- Sergio García (España) 7.05

6.- Bubba Watson (Estados Unidos) 6.80

7.- Matt Kuchar (Estados Unidos) 6.66

8.- Jason Day (Australia) 6.40

9.- Tiger Woods (Estados Unidos) 6.23

10.- Jim Furyk (Estados Unidos) 6.02

ALZA LUEGO DEL OPEN

Rory McIlroy

El dominio total que mostró en Hoylake revivió el debate si el norirlandés es el heredero legítimo de las glorias de Tiger Woods. Sólo le falta conquistar el Master para ser el sexto que logra el Grand Slam.

Rickie Fowler

El estadounidense acabó en la segunda posición resultado que le permitió sumar su tercer Top 5 en los majors en 2014. El último en conseguir ese nivel de consistencia en los tres primeros eventos “grandes” fue Tiger Woods en 2005.

Ángel Cabrera

El argentino se repuso de un pésimo inicio (76 golpes), para totalizar un menos 10 bajo par en las tres rondas finales. Cabrera demostró que está en buen momento y que será de los candidatos para el PGA Championship.

A LA BAJA LUEGO DEL OPEN

Tiger Woods

Tras un inicio de 69 golpes, el “Tigre” de los últimos años volvió a aparecer. No ha podido bajar de los 70 golpes en las dos últimas rondas en un major desde el Masters 2011. Superar los 18 majors de Nicklaus luce difícil.

Martin Kaymer

La actuación del alemán en el reciente US Open hizo recordar el dominio que ejerció Tiger Woods en el año 2000. Kaymer levantó el título y llegó al Royal Liverpool como uno de los favoritos, pero acabó en la posición 70.

Royal Liverpool

El viento y las condiciones realmente difíciles no aparecieron, lo que dejó expuesto al campo inglés. Woods (2006) y McIlroy se combinaron para un total de 35 bajo par en sus scores ganadores en Hoylake, lo que indica que es una de los campos más fáciles de la rotación del Open y de los majors.

POSITIVO
Tiger aspira a la Copa Ryder

A pesar de su peor cierre en un Major, Tiger Woods afirma que él se seleccionaría a sí mismo para el equipo de la Copa Ryder.

Su primer Major del año y segundo torneo desde que se sometiera a una cirugía de espalda el 31 de marzo, no fue una buena presentación frente al capitán de los Estados Unidos, Tom Watson. Woods nunca fue el mismo luego de abrir el Abierto Británico con 69 golpes. Los errores se fueron apilando y de misma manera las cifras abultadas y cerró la ronda con tarjeta de 75 golpes, tres arriba de par.

Finalizó con 294 golpes, seis arriba de par, igualando su score más alto en un Abierto Británico.

Ni siquiera venció al capitán de 64 años de edad. “Fue sólo un día. No es para tanto”, dijo Watson.

Woods aún tiene dos torneos antes de que termine la clasificación para la Copa Ryder. Actualmente está clasificado en el sitio 72 y a parte de ganar el último mayor del año, su mejor apuesta es que estará dentro de los elegidos por Watson.

“Creo que debería ser elegido. Pero ésa es mi postura solamente, al final lo que vale es lo que piensa Tom. La idea es que la Copa Ryder la jueguen los 12 mejores. Y espero estar entre los llamados”.

"Volverá más fuerte”

Los tiempos difíciles deberían de guiar a etapas mejores.

Tom Watson lo sabe bien. El estadounidense fracasó terriblemente en sus primeros intentos en un Major, hasta que ganó el Abierto en Carnoustie en 1975, el primero de ocho majors y una carrera digna de las mejores de la historia.

Jugó el Abierto por la trigésima séptima ocasión. Watson ha visto mucho en su carrera, por eso diagnostica:

“Sufrió una mala racha. Pero ahora parece que está de vuelta. Aprendes mucho de los fracasos. Regresará más fuerte. Todos los golfistas sienten la misma frustración. Y de repente, la luz se enciende... y se vuelve más fácil. Así me sucedió muchas veces. Y parece que le sucedió a Rory”.