Marcos Madrid, listo para enfrentar al mundo

GUADALAJARA, JALISCO (06/MAY/2011).- “Si no puedes con el enemigo, únete a él”. Es el lema que quizá adoptó el mexicano Marcos Madrid cuando cumplió 15 años y decidió emigrar a China, la cuna del ping pong, en donde adquirió las bases técnicas con las que hoy, a sus 24 años, se ha convertido en el mejor jugador nacional de tenis de mesa, el único jugador de Latinoamérica en una liga profesional europea y uno de los grandes rivales en los próximos Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011.

Con su tez rubia, cuerpo espigado de largos brazos y ojos claros que se abren enormes cada que alista su servicio o realiza un revés en la tabla de juego, era difícil que Marcos Madrid se mimetizara entre la población china. Tuvo que pasar por varias escuelas para poder ser aceptado en su ancestral cultura y ganarse la confianza de los mejores entrenadores de ese país para poder recibir sus enseñanzas.

En un país donde el tenis de mesa es deporte nacional, donde cada parque público tiene una tabla de juego y en el que hasta los adultos mayores dan férreas batallas públicas para vencer al más juvenil de alto rendimiento, Marcos pudo darse cuenta de su verdadero nivel como jugador, de la distancia que había entre ser el mejor juvenil de México y unos de los mejores del mundo, y fue así como comenzó su disciplina, preparación y esfuerzo por integrarse a la cultura de China y sembrar el mejor provecho que ha dado grandes frutos, como el del año pasado durante los Juegos Centroamericanos y del Caribe en Mayagüez 2010, cuando venció al mejor jugador de Latinoamérica, Lin Ju, un chino nacionalizado dominicano que llevaba tres títulos consecutivos y está clasificado como el mejor jugador latinoamericano.

Hecho en Puebla el 6 de septiembre de 1986; fabricado como deportista de alto rendimiento internacional en China, en el principio de este nuevo siglo; consolidado como tenismesista profesional en Francia desde hace tres años cuando ingresó a una subdivisión de la liga profesional de tenis de mesa. Con esa rapidez, esencia del tenis de mesa, podría resumir su vida deportiva Marcos Madrid.

Su modo de hablar rápido se detiene y podría considerarse que sus raíces surgen inevitables cuando se da la pausa que hace todo buen mexicano al recordar su niñez: “a mi padre le gustaba mucho el deporte y por ello ingresamos a un club, hacíamos de todo, era muy divertido. En el Parque España realizaron un torneo de ping pong, entré y me di cuenta que no era tan malo y fue así como me invitaron a entrenarme, primero en la asociación del Estado y luego con la Selección nacional, que fue donde comenzó todo”.

Después de su etapa de juvenil decidió emigrar a China.

“El tenis de mesa es un deporte realmente muy difícil y hay que darle mucha dedicación para llegar a ser bueno, también buena mentalidad en todo momento y en el entrenamiento, y si realmente te gusta no hay que tener miedo, tienes que dejarlo todo por algo que te gusta, yo creo que vale la pena cumplir tus sueños”.

Marcos Madrid se encontró con un deporte que a primera vista parece recreativo, pero que exige algo más que alto rendimiento, ya que la técnica es muy especializada en sus efectos de rotación, golpes, movimientos, bloqueos, servicios y acciones para direccionar una pequeña y ligera bola esférica del tamaño de un huevo de gallina, con el peso de un chicle que puede alcanzar hasta los 100 kilómetros por hora.

“Es un deporte que exige mucha condición física, mucho trabajo de fortaleza, tener reacción, concentración, y es un mundo complicado que si no te gusta, es muy fácil dejar la raqueta muy pronto, pero fue eso precisamente, el reto, lo que me hizo que me quedara”.

Para ser campeón mexicano y uno de los mejores del Continente Americano, se consolidó en China. Se entrenaba con el mismo empeño con el que los países, desde subdesarrollados, hasta potencias mundiales deportivas, que comenzaron a nacionalizar vorazmente a jugadores chinos.

“Cada vez más te encuentras con países que tienen a jugadores nacionalizados y ahí está el reto, alcanzar su nivel. Mis bases técnicas no fueron tan malas en México, lo único que nosotros necesitamos son competencias, hay muy poca actividad internacional, y de manera interna si México tuviera una liga profesional, alcanzaríamos un gran nivel como lo han hecho en Europa, que ha logrado estar a la par de las potencias asiáticas”.

Guadalajara 2011, escala a Londres  

Agresivo, rápido, con potencia y un sueño, así se describiría en el tenis de mesa a Marcos Madrid.

“Los Juegos Panamericanos de Guadalajara son la meta de este año, todos los días el entrenamiento que hago, que son más o menos de cuatro horas de juego, más otras dos horas de acondicionamiento físico y sesiones extras como de sicólogo, nutrición y terapias, tienen que ver con estar fuerte, estar bien y llegar en mi mejor momento a los Panamericanos, serán el punto de partida a los Juegos Olímpicos de Londres y esa es mi meta”.

El proceso de selección incluye una serie de competencias internacionales con las que la Federación Mexicana de Tenis de Mesa definirá a los representantes del país para los Juegos Panamericanos.

“Existen los nervios de la calificación, pero sobre todo hay la confianza de asistir a los Juegos Panamericanos, tengo muchos años entrenando para llegar a esto y eso me hace pensar que no sólo es un sueño, sino una muy posible realidad”.