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Esta semana en Zurich, Suiza, se llevó a cabo la reunión del comité ejecutivo de la FIFA, varios fueron los temas que ahí se trataron, como por ejemplo se presentó el balance financiero en el cual se establecen, entre ingresos y egresos, las ganancias netas que el proceso de cuatro años del Mundial de Sudáfrica dejó al organismo rector del balompié mundial y que fueron del orden de los 631 millones de dólares. Lo cual no sorprende y corrobora que la FIFA es un negocio de proporciones colosales.

Otro tema que generó enormes expectativas fue la reasignación de plazas a cada Confederación para el Mundial de Brasil 2014, pues lógicamente todos quieren más lugares para sus agremiados, Concacaf pretendía al menos cuatro plazas directas y Conmebol perdería al menos media plaza (repechaje) porque el país anfitrión, en este caso Brasil, pertenece a esa Confederación y ya ocupa una; los cabildeos como siempre, y por lo que se juega, estuvieron a la orden del día, alguien se sorprendería al enterarse que la Concacaf tiene más peso del que suponemos, porque en las votaciones el sufragio de una de las pequeñas islas del Caribe cuenta igual que el de Italia, Argentina o España, aunque a nivel de Confederaciones la europea(Uefa) y la sudamericana están un escalón arriba de las demás por obvias razones.

El Presidente de la Federación Mexicana de Futbol Justino Compéan, reveló la desilusión que privó en la delegación de la Concacaf ante la resolución que calificó como injusta, es lógico que toda Confederación quiera más de lo que tiene.

Sólo Compeán y su consciencia saben si esa desilusión de la que hablo es referente a la membresía de su Confederación, o si se extiende a su cargo de jerarca del balompié mexicano porque en este rubro la decisión de FIFA prácticamente aseguraría la presencia del “Tri” en el Mundial, a menos que como ha acontecido recientemente, sea el propio futbol mexicano el que se ponga la soga al cuello y en riesgo su clasificación; si nada medianamente anormal acontece, México deberá estar en la próxima Copa del Mundo, junto a Estados Unidos y Honduras o Costa Rica, más aún con el nuevo formato de eliminatoria en el que se evitaría jugar contra los estadounidenses y alguno de los centroamericanos complicados.

No es prematuro pensar que si las lecciones de los procesos de Meza, Hugo y Eriksson se aprendieron y se trabaja de manera coherente sin enfangarse en su propio pantano, el “Tri” deberá acudir a Brasil 2014 como lo dijo La Volpe, y lo cumplió en su momento, caminando.

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