Martes, 26 de Noviembre 2024
Deportes | Están por llegar a su fin 15 días de vacaciones por los Juegos

Mamás solteras, en calvario

Están por llegar a su fin 15 días de vacaciones por los Juegos

Por: EL INFORMADOR

En las calles y las plazas de la ciudad hay muchos niños por estos días.  /

En las calles y las plazas de la ciudad hay muchos niños por estos días. /

GUADALAJARA, JALISCO (27/OCT/2011).- “Eso” de los Panamericanos, a  Mariana le  parece muy bien, pero… “¿a quién se le ocurrió cerrar las escuelas privadas?”. La joven simplemente se lo pregunta, menea la cabeza, y resuelve; toda esta semana ha tenido que resolver dónde dejar a su hija. Ella no tiene derecho a una guardería del IMSS porque aún es estudiante  y tiene trabajitos informales para pagar la escuela privada que se encuentra en la colonia La Estancia y que cerró sus puertas 15 días por  órdenes de la Secretaría de Educación Pública.

A  su  familia ni le pide el favor, porque todos trabajan o estudian. Así que acudió al papá de la niña. Los padres de él aceptaron cuidarla de 6:30 a 10:00 horas. No más, porque a esa hora se van a  trabajar. Mariana no tuvo de otra: antes de irse a la escuela, lleva a la niña con sus abuelos paternos, se va a clases, y en la segunda hora se sale para alcanzar a recogerla. “A mí no me va tan mal como a otras amigas que también son mamás solteras. Una de ellas, Berenice Soto, tuvo que pedir sus vacaciones para poder cuidar a su hija, porque de plano no tiene quién le haga el favor”, cuenta la joven madre soltera.

Cuando hay suspensión de clases, las abuelas siempre salen al rescate. En este caso, sólo con los niños que estudian en escuelas privadas. Georgina trabaja todo el día y sabe que ahí está su madre que puede quedarse con su hija. Pero no todas las madres corren con la misma suerte.

Durante los Panamericanos unos  1650 centros escolares, la gran mayoría privados, cerraron sus puerta, lo cual puso en un aprieto a miles de familias.

Claudia Becerra también trabaja todo el día, de 10:00 a 19:00 horas. Alguien tiene que mantener la casa, ¿no? El viernes pasado, la guardería donde deja a su hija le avisó que cerrarían durante 15 días por órdenes de la SEP. “Pero yo no tengo quién me apoye, como otras mamás… Así que busqué una tía que me podía cuidar a la niña, pero solo el lunes. Todo ese día estuve buscando desde mi trabajo algún otro lugar y encontré otra guardería que sí abre estos días”, cuenta la mujer.

Pero esto tiene un costo. En la guardería paga alrededor de mil 500 pesos mensuales y en el lugar donde tuvo que inscribir a su hija de dos años y medio, le cobraron mil 400 pesos. Además, para la niña es un cambio brusco, cada que la dejo se queda llorando”.

Afuera de algunas escuelas privadas hay anuncios sobre cursos cortos de artes y deportes para niños.

Sara, quien está a cargo de uno de estos espacios ubicado por Tránsito, explica que sólo recibieron a tres niños, “no sabemos qué pasó, tal vez las mamás no tienen para pagar el monto extra de la escuela y tal vez los dejan con alguien de su familia”.

En algunos clubes, como el Atlas, aseguran que no hay ni un solo niño más por las mañanas. Hay menos gente porque “muchos aprovecharon para pedir sus vacaciones e irse con su familia a. otro lugar en temporada baja”.

Lo injusto, piensa Mariana, es que las más afectadas sean siempre las madres solteras. “Si repruebo mis materias, pues me aguanto, porque primero tengo que cuidar a mi hija”.

EL DATO


En la zona metropolitana de Guadalajara suspendieron clases por 15 días unas 1650 escuelas. Casi todas privadas.

LA CAMINATA
Las jóvenes de 70 años

Por Vanesa Robles


Llegó la entusiasta familia Hernández Borrego. Entusiasta de verdad. Ayer, a la una de la tarde no sabía entre quién sería el partido de hockey sobre pasto que se celebró dos horas después en la unidad Revolución, pero la familia fue dispuesta a deshacerse en porras. Una bolsa de sándwiches y un litro de refresco de manzana aportaron las calorías necesarias.

Carola, de doce años y Diego de diez daban saltitos de la emoción mientras… “¿Y a nosotras no nos vas a preguntar la edad?”, intervino Irene, molesta. “Tengo 72 años”. “¡Y yo 75!”, la interrumpió su hermana Cuquita. “¡Me las fregué! Tengo 81”, arremetió Hidelisa, la mayor, las tres con ánimo de quinceañeras. Al frente del grupo iba Mónica, la madre de Carola, hija de Cuquita, sobrina de Irene e Hidelisa y tía de Diego. “¡Al frente estoy yo!”, gritó la mayor de las entusiastas que también son buenas para la el vacilón.

¿Qué las trajo por acá? “Nuestra limusina de lujo”, dijo Irene enseguida. “El esfuerzo que hacen los jugadores”, añadió la pequeña Carola. “Los deportistas”, bromeó su madre. “Los papás de los deportistas”, completó la abuela. “Los sándwiches”, afirmó la tía Irene. “El amor que los atletas le tienen a sus países”, tomó la palabra Hidelisa. Diego estaba a punto de decir algo, pero decidió morder su lonche de jamón.

Habría que imaginar a las Hernández Borrego en bola cuando eran jóvenes. Guapísimas todas; discretas, con sus pequeñísimas arracadas doradas en la oreja, y siempre con la espalda recta, haciendo sufrir a los muchachos. Lo único que ganaron a través de los decenios fue canas. Por lo demás, no parece que les duela algo: “Las veo gritar y porrear y me parece que se les va a salir el corazón”, confesó Mónica, heredera de una cara bella y un buen humor desbordante.

Con esa euforia, las Hernández Borrego han asistido a partidos de tenis, futbol y frontón o “eso a lo que le llaman pelota vasca”, volvió al interrumpir una de ellas, que pudo ser cualquiera de las mayores, a quienes el entusiasmo les inyecta un feliz arrebato.

Una duda: si nunca saben quién jugará contra quién. ¿Cómo deciden a quién porrear? “Nos uniformamos a la hora de la hora”, dijeron casi a coro. El criterio es: siempre prefieren a los equipos de América Latina y, de ser el caso, a México sobre  otros. Cuando México no pinta, es posible imaginar a Hidelisa haciendo un paneo rápido y luego imponiéndose ante sus hermanas. Para terminar, habría que decir que las Hernández  forman parte del equipo de los que están contentos con los Juegos, pero creen que la organización podría mejorar. Lo saben porque estuvieron en la Olimpiada de 1968 y el Mundial de 1986. “Es un momento único para nuestros adultos mayores; nunca lo van a repetir”, acaba de declarar Mónica, la adulta del grupo. Miro de reojo a las muchachas Irene, Cuquita e Idelisa… Quién sabe, quién sabe.

Temas

Lee También

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones