Luis Rivera confiaba en su logro

CIUDAD DE MÉXICO (16/AGO/2013).- Con más reflectores de los que tenía antes de lograr un histórico salto en la Universiada de Kazán, Luis Rivera se presentó este viernes en el Mundial de Atletismo de Moscú e hizo historia.

Rivera logró el tercer lugar en el salto de longitud con una marca de 8.27 metros, en el Mundial de Atletismo de Moscú. El primer lugar fue para el ruso Aleksandr Menkov, con un salto de 8.56 metros, y el segundo sitio fue para el holandés Ignisious Gaisah, con 8.29 metros.

En Kazán, Rivera, alumno del ITESM campus Monterrey, registró un salto de 8.46 metros. Era hasta este viernes la mejor marca mundial en 2013, pero Menkov alcanzó los 8.56, e incluso había marcado previamente los 8.52 metros.

“Las marcas logradas me dan un panorama realista de dónde estoy parado y de lo que debo ir a pelear. Ganar el evento, podio y finalista es lo que buscaré y espero”, comentaba el sonorense de 26 años de edad previo a este Mundial de Atletismo.
Rivera comenzó su participación en la madrugada del miércoles anterior, donde consiguió su pase para las finales de este viernes.

“En los entrenamientos me he sentido muy bien y he asistido a buenas competencias contra buenos saltadores obteniendo buenos resultados, lo que me da confianza”, dijo en esa oportunidad, previendo en gran medida su logro.
Rivera sabía que en esta ocasión, a diferencia de Kazán, no tomaría a nadie por sorpresa.

“Con un buen resultado en el Mundial mi vida cambiaría en muchos aspectos, tanto deportivo, al ser aceptado más fácilmente en eventos de la Diamond League, como sociales, al convertirme en una imagen pública, o en lo económico, ya que podrían llegar becas, patrocinios, etcétera”, adelantaba el saltador.

Luis Rivera, con el atletismo en los genes

Con su medalla de bronce este viernes en el salto largo, el joven Luis Rivera consiguió inscribir de nuevo a México en el panorama del atletismo internacional y cumplió el sueño de una familia apasionada por este deporte y en la que sus tres hermanos también compiten a alto nivel.

Uno de ellos, Édgar (22 años), ha participado incluso en Moscú-2013, en el salto de altura, donde no superó las calificaciones, mientras que Jorge, de 24 años, es especialista en decatlón y comienza a tener éxitos. El más joven, Adrián, de 19, es el campeón nacional júnior de salto largo.

Luis es el mayor de los cuatro, con 26 años, y el ejemplo a seguir por una familia que lleva el atletismo en los genes.

"Es muy bueno poder compartir con tu hermano (Édgar) un momento tan importante de tu vida. Yo le dije que así como jugábamos de pequeños en el patio, ahora nos toca jugar en el estadio de Moscú", comentó el miércoles en el estadio Luzhniki, justo tras conseguir la clasificación para la final.

"Tengo la suerte de que mis hermanos se dedican también al atletismo y más que hermanos somos amigos y confidentes, eso me refuerza. Estoy muy agradecido a la vida", apuntó entonces.

Su hermano Édgar comparte habitación con él en el hotel de concentración del equipo en la capital rusa y desde su eliminación el martes dijo que pasaba de atleta a hincha, de luchar por estar en la final de altura a convertirse en el fan número uno de su hermano Luis.

"Lo veo listo, relajado. Ha sido un muy buen año para él, con competencias de muy alto nivel. En el entorno ya no se siente ese nervio que había antes de cuando uno viene a competir a Europa. Está listo y tranquilo", dijo Édgar a la AFP tras su eliminación mundialista del martes.

Casado desde hace dos años y estudiando un doctorado en Ingeniería Industrial, ha destacado siempre por su disciplina y su capacidad de esfuerzo, pero sin que ello evite un carácter muy extrovertido, un sentido del humor contagioso y una gran sociabilidad.

En la red social de internet Facebook tiene dos frases con las que le gusta terminar algunas de sus publicaciones: "Si pasa por tu mente, pasa por tu vida" e "Inspirando a una generación".

Dos declaraciones de intenciones sobre los principios con los que afronta su vida y que le han llevado este año a triunfar primero en la Universiada de Kazan con un oro y ahora a llevarse una medalla de bronce, mitigando la crisis por la que parece atravesar el atletismo mexicano.

Entre sus méritos está haber podido ilusionar antes de la competición con su gran temporada y ahora romper la racha de cuatro años sin medallas mexicanas en grandes citas de atletismo, desde que Eder Sánchez se colgara un bronce en los 20 kilómetros marcha de Berlín-2009.

Cuando el año pasado se clasificó para los Juegos Olímpicos de Londres, en su Sonora de origen, le dedicaron un corrido como "orgullo aguapratense", que seguramente pueda tener nuevas versiones con este nuevo logro de un hombre que lleva el atletismo en las venas y que ha podido demostrárselo al mundo.



Con información de El Universal y AFP.