Jueves, 23 de Enero 2025
Deportes | Acusaciones de maltrato y duros entrenamientos ensombrecen a la potencia deportiva

Los costos de una medalla en China

Acusaciones de maltrato y duros entrenamientos ensombrecen a la potencia deportiva

Por: REUTERS

Wu Minxia (i) ganó dos oros en clavados, sin saber de la enfermedad de su madre y la muerte de sus abuelos. XINHUA  /

Wu Minxia (i) ganó dos oros en clavados, sin saber de la enfermedad de su madre y la muerte de sus abuelos. XINHUA /

LONDRES, INGLATERRA (10/AGO/2012) - La gran cantidad de medallas que China ganó en los Juegos de Londres ha mostrado una vez más la capacidad del país para producir campeones a través de su rígido régimen deportivo al estilo soviético, aunque el orgullo nacional se ha visto opacado por la preocupación en torno al costo humano de la gloria deportiva.

Usuarios chinos de blogs expresaron la semana pasada su disgusto luego de que el periódico Shanghai reportara que los padres de la clavadista olímpica Wu Minxia habían ocultado la larga batalla de su madre con el cáncer de pecho por temor a perturbar su entrenamiento.

Wu, de 26 años y también resguardada de la noticia del fallecimiento de sus abuelos, restó importancia a la polémica y ganó los eventos sincronizado e individual de trampolín de tres metros en Londres.

"No son solo los deportistas chinos. Los padres rara vez vienen a nuestros lugares de entrenamiento, somos como una gran familia que entrena toda junta", dijo Wu tras haber ganado el título individual el pasado domingo.  

"Puede haber distancia con nuestras familias, pero la distancia no nos hace sentir que estamos alejados. Yo elijo ser una clavadista que persigue su objetivo", agregó.

Aunque la caída del comunismo en Europa en los años 80 y 90 puso fin a los severos sistemas que transformaron a la Unión Soviética y Alemania Oriental en super potencias del deporte, el "juguo tizhi" de China -el "sistema nacional"- sigue tan afianzado como siempre.

Al igual que Wu, la gran mayoría de los 396 deportistas olímpicos chinos han comenzado a practicar sus disciplinas desde muy pequeños, sacrificaron su niñez por el Estado y encontraron su apoyo emocional de parte de compañeros, entrenadores y directivos, en lugar de sus familiares y amigos.

La relación sigue siendo fuerte entre los atletas y el Estado que los formó, y abundan historias de cuentos de hadas sobre niños chinos que pasaron de la pobreza a la riqueza proveniente del éxito a nivel global.

Pero las medallas olímpicas han opacado los aspectos más indeseables del régimen chino, que ha sido culpado por dejar sin educación y mal equipados a deportistas con menos éxito.

Acusaciones de abuso

También hubo críticas de entrenadores de Occidente que acusaron a sus pares chinos de producir ganadores a través de un abuso físico sistemático.

"Uno se pregunta por qué las mujeres chinas tienen tanto éxito. La mayoría de los entrenadores son hombres. Las mujeres son literalmente sometidas", declaró a Reuters Johannah Doecke, entrenadora de clavados en la Universidad Purdue en Indianápolis, en Estados Unidos.

"Si uno dice no a algo, es reprendido, abofeteado. Es un sistema brutal", subrayó.

Doecke entrenó a una de las clavadistas chinas de elite, Chen Ni, quien ascendió a clase provincial antes de migrar a Estados Unidos a los 19 años y la describe como alguien que estaba aterrada de cometer un error la primera vez que estuvo bajo su instrucción.

"Si cometía un error, instantáneamente se reverenciaba y se disculpaba", señaló.

Doecke trabajó con otros entrenadores chinos que habían abandonado su país natal y dijo que ellos bromeaban con que ella tenía que ser más severa para sacar lo mejor de Chen.

"Mientras trabajaba con Chen, escuchaba de vez en cuando: 'Si quieres un buen rendimiento de ella, vas a tener que golpearla'", recordó.

El dominio de China en deportes como tenis de mesa y badminton ha derivado en acusaciones de maltrato por parte de atletas de Occidente.

Las mejores jugadoras británicas de tenis de mesa dijeron que los métodos chinos no estaban permitidos en otros lugares.

"No sería legal en Gran Bretaña entrenar tan duro como las chinas", indicó la semana pasada Joanna Parker.

Su compañera de equipo Kelly Sibley dijo al servicio olímpico de noticias: "Así es como ellos (los entrenadores chinos) las tratan (a sus aprendices) también".

Autoridades chinas han reaccionado con enojo a las críticas.

"Hay que entrenar duro. ¿Por qué Occidente piensa así?", planteó Shi Zhihao, entrenador principal del equipo femenino de tenis de mesa de China. "China es muy libre, si quieres puedes hacerlo, y si no quieres, no tienes que hacerlo".

Chen no quiso comentar si había sido objeto de disciplina física por parte de sus entrenadores chinos, pero los defendió alegando que son incomprendidos.

"Los entrenadores son como padres de los atletas", declaró la clavadista china en un correo electrónico.

"La mayor parte del tiempo, los entrenadores se preocupan por sus clavadistas más que por sus propios hijos (...) Los clavados son un deporte peligroso, las cosas pueden cambiar en un segundo... así que tienen que hacer lo que sea para obligar a sus hijos a hacer las cosas con seguridad", añadió.

La china aceptó que podía haber maltratos, pero volvió a defender a los entrenadores.

"A veces puede terminar con golpes a sus clavadistas, pero sé que por dentro les duele mucho a los entrenadores cuando tienen que golpear a sus clavadistas", manifestó Chen.

Bonificaciones en efectivo

Los atletas que llevan a China a la gloria olímpica esperan recibir agradecimientos del Estado, con bonificaciones en dinero procedentes del Ministerio de Deportes y de organismos gubernamentales de menor nivel por haber dado prestigio a sus ciudades y provincias.

Aquellos con menos éxito tienen mucho menos apoyo y medios estatales reportaron varios casos de campeones nacionales retirados sufriendo por lesiones de largo plazo y pobreza.      

No obstante, los deportistas chinos en Londres no han tenido reservas para con sus entrenadores y los severos sistemas de entrenamiento que han llevado a su delegación a obtener más de 35 medallas de oro en estos Juegos Olímpicos.

De todos modos, la nadadora china Lu Ying, quien ganó una presea plateada en los 100 metros mariposa en Londres, criticó el sistema de entrenamiento del equipo nacional por implicar solo trabajo y nada de diversión.

"En China estamos acostumbrados a estudiar, estudiar y entrenar, entrenar, y luego el resto", dijo esta semana Lu, quien realizó parte de su entrenamiento en Australia desde el 2008.

"Creo que nuestra manera de pensar tiene muchos límites. En Australia fui invitada a parrilladas con compañeros, eso nunca ocurriría en China", agregó.

La máxima figura del badminton en China, que defendió con éxito su oro individual en Londres, también rompió el molde con su equipo en medio de un escándalo por intentar perder un partido la semana pasada, un hecho que provocó la descalificación de ocho jugadoras, entre ellas dos chinas.

Las cuatro duplas femeninas excluidas, entre ellas las campeonas mundiales chinas Yu Yang y Wang Xiaoli, fueron expulsadas por haber intentado deliberadamente perder sus partidos para obtener un cuadro más favorable en el torneo.

Lin culpó al organismo rector del badminton por poner en práctica un formato de "todos contra todos" en el torneo olímpico, pero aclaró que las tácticas usadas por las jugadoras descalificadas tuvieron un impacto "negativo" sobre el deporte.

Todos los costos

Internautas chinos vincularon ese escándalo con la búsqueda desesperada de medallas doradas de su país a cualquier costo y han criticado el sistema por poner demasiada presión sobre los deportistas olímpicos.

"Todo el sistema nacional es desastroso", escribió un usuario en el microblog chino Sina Weibo.  

"Los jóvenes talentos son encerrados en escuelas de entrenamiento desde muy chicos y, más allá de sus propios eventos, casi no tienen otras capacidades en la vida", apuntó.

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