Llueven figuras en Charlotte

CHARLOTTE, CAROLINA DEL NORTE.- Un saludo con el sombrero y un apretón de manos para el argentino Ángel Cabrera, campeón del Masters de Augusta.

Una palmada en la espalda para Chad Campbell. Y para Tiger Woods y Phil Mickelson, una reflexión en torno al saco verde que se les escapó.

Salvo Kenny Perry, los principales personajes del último Masters vuelven a competir esta semana en el torneo de Quail Hollow, la primera vez que ven a sus colegas y a la prensa desde ese memorable domingo por la tarde al inicio de este mes en el Augusta National Golf Club.

Sólo uno de ellos tuvo razones para celebrar.

Cabrera logró el par desde los árboles en un desempate en el hoyo 18, y luego ganó en el segundo hoyo extra para derrotar a Perry y a Campbell y llevarse su segundo torneo “Major” en su carrera. En su natal Argentina le hicieron una bienvenido espectacular.

“Fue increíble poder volver a mi país y estar con mi gente, fue un sentimiento realmente muy, muy especial”, dijo Cabrera.

También reconoció sentirse abrumado cuando llegó a Quail Hollow para un torneo con perfil de “Major” y recibir los elogios de sus colegas.

“Es muy agradable que mis colegas profesionales me hayan felicitado en la forma en que lo han hecho”, dijo Cabrera.

Woods, de todas formas, captó toda la atención, en parte por su status como el número uno en el ránking mundial y en parte por quién lo acompañaba.

Tiger jugó con Peyton Manning, el quarterback de los Potros de Indianápolis, y ambos costados del fairway estaban llenos de espectadores cuando concluyeron la ronda.

Hasta el momento, Tiger ha participado en cuatro torneos desde su descanso de ocho meses debido a una cirugía para reconstruirle la rodilla. Ganó en Bay Hill, y ha concluido entre los primeros 10 en esos eventos.

“Hay gente que me ha recordado que lo vea de esa forma”, dijo con una sonrisa. “Me ha costado trabajo verlo así. Es simplemente mi naturaleza. Uno quiere intentar ganar todo evento en que uno juega, y obviamente, no he hecho eso este año”.