Ley Concacaf

Esta semana se hizo el armado de los grupos para la Copa Oro de la Concacaf que clasificará a la Copa FIFA Confederaciones de Brasil 2013. Literalmente fue un armado de grupos y de los posibles enfrentamientos posteriores, apegado a las conveniencias, no fue un sorteo o algo que se pudiera semejar.

Prioridad, estadios llenos se estudiaron, las ciudades en las que la presencia de determinadas selecciones garantice una buena taquilla, para no agotar la plaza ningún equipo jugará dos veces en la misma sede, habiendo dos tandas por un boleto en cada jornada. México, que es la joya de la corona, llenará el colosal Estadio de los Vaqueros ante la Selección de El Salvador el día de la inauguración 5 de junio; después en Charlotte, Carolina del Norte, el “Tri” enfrentará a Cuba (los tres puntos garantizados que siempre hay que tener) y el plato fuerte de la primera ronda será en el Soldier Field de Chicago frente a Costa Rica, Selección que dirige Ricardo Antonio LaVolpe con todo lo que esto conlleva; si todo sale bien, México irá como primero de su grupo a Nueva York; si avanza, jugará semifinales en Houston y de ganar la final se disputará en el Rose Bowl de Pasadena. El “Tri” jugará en los estadios de mayor aforo. En lo deportivo se pretende evitar a toda costa el cruce con Estados Unidos antes de la final, para que los “gringos” no hagan su travesura; los centroamericanos y sus populosas comunidades radicadas en la Unión Americana son los animadores.

Chuck Blazer, secretario general del organismo, estableció que lo determinado es inapelable, avalado así por Decio de María quien con tono de resignación dijo que Concacaf tiene todo el derecho de que su torneo se sujete a sus conveniencias. En este tipo de eventos se hacen sorteos inducidos en este caso nada se dejó al azar.

Con el inmenso afán protagónico que tiene el futbol mexicano que se considera el ombligo del universo, todo lo quiere controlar a su estilo como lo hace de manera interna, al no poderlo hacer, se rasga las vestiduras, se dice perseguido, perjudicado, odiado por la Concacaf; el discurso de Blazer fue fulminante al decir que México pertenece a la Concacaf aunque no le guste. La llegada del binomio Jack Warner-Blazer a la dirigencia le quitó poder a la FMF, además la han acotado muy bien; en el discurso, nuestros directivos se quejan por las condiciones que les imponen desde Nueva York, para que se prioricen los torneos del área y no se esté pensando a que otro evento nos invita la Conmebol, Confederación de la que también se queja México.

También es cierto que Warner y Blazer están más ocupados en zancadillear los intereses expansionistas mexicanos que por hacer crecer futbolísticamente a la zona, algo que urge, es lógico que busquen darle mayor jerarquía a sus eventos en lugar de impulsar el hacerle el caldo gordo a otros. De este lado, los federativos siguen pensando en cómo dar el golpe de estado para quitarles el poder y retomar privilegios, que en tratar de mejorar la relación y priorizar el diálogo en pro de una relación mas constructiva. De todo esto, la buena es que México seguirá calificando para los torneos de FIFA, gracias en gran medida la zona en la juega, la mala es que seguirá siendo el rey tuerto en el país de los ciegos.

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