Layún, el hijo pródigo del Líbano

BEIT MILLEIT, LÍBANO (30/JUN/2014).- Los libaneses tienen pocas cosas que festejar en estos días. El país ha sido sacudido por una serie de bombazos suicidas en las últimas semanas, hay inestabilidad política y una guerra civil en la vecina Siria. Pero al menos, durante parte del Mundial, esta pequeña nación del Mediterráneo tuvo algo que festejar.

Miguel Layún, futbolista que juega por México en el Mundial, es de origen libanés.

En Beit Milleit, una antigua comunidad en el -norte del Líbano, decenas de personas se congregaron frente a una pantalla gigante para ver al zaguero del “Tri” el domingo en el partido entre México y Holanda.

Por todos lados en este pequeño enclave cristiano en la región de Akkar, hay afiches con la imagen del jugador de 26 años. En el patio de la alcaldía, ubicada en la plaza principal, unas 100 personas se reunieron a ver el encuentro que Holanda ganó 2-1 con un gol en los descuentos.

“Casi el 90 por ciento de la gente aquí respalda a México por Miguel”, expuso el banquero Simon Layún, un primo lejano del futbolista.

Los presentes saltaban, bailaban y gritaban cada vez que los futbolistas de México se acercaban al arco holandés.

Y cuando Layún tocaba el balón, el público aplaudía y gritaba “¡Miguel, Miguel!, ¡Layún, Layún!”. Los aplausos no se fueron con la derrota, y por la tristeza posterior, cualquiera hubiera pensado que este pequeño pueblo, al otro lado del mundo, es más mexicano que ninguno.

El cariño, aunque lejano, era recíproco. “Estoy agradecido con toda esa gente. Son gente que vale la pena y a la que traigo siempre en mi corazón”, comentó Layún en Fortaleza, Brasil, después de la derrota que eliminó a México.

Agotado por el esfuerzo durante el partido, el jugador tuvo tiempo, y sobre todo el corazón, para enviar un saludo a un pueblo que no conoce, pero donde se sabe querido. “Me pone muy feliz enterarme de eso, es una lástima que hoy no es pude mandar una alegría mayor hasta allá”.

Jerjes al-Saifi, el alcalde de Beit Milleit, que tiene unos dos mil habitantes, dijo que miles de personas de la villa emigraron principalmente a México y Brasil en el siglo pasado.

La casa del abuelo de Layún, Youssef, quien emigró a México en busca de una mejor vida, todavía está de pie, aunque vacía. Una prima segunda, Elie Layún, dijo que vivió allí por algunos años hasta que construyó su propia casa.

Elie indicó que Miguel nunca ha visitado la villa, aunque sus padres lo hicieron hace algunos años.

Entre los que veían el partido en el patio, decorado con banderas del Líbano y de México y con afiches de Layún, estaba Antoinette Abdul-Maseeh Jeitani, una mexicana-libanesa de visita en el país, y que se sintió “como en casa”, durante su paso por esta nación oriental.

Líbano, un pequeño país árabe de unos 4.5 millones de habitantes, ha tenido varias etapas de emigración en el último siglo, principalmente hacia América Latina, donde hay más gente de ascendencia libanesa que la población de todo el país, dedicados a todo tipo de oficios.

Brasil tiene la mayor población de descendientes del Líbano en el mundo, mientras que México también cuenta con una gran comunidad de origen libanés, incluyendo el magnate Carlos Slim y la actriz Salma Hayek.

Aunque la mayoría de los libaneses apoyan a equipos como Brasil o Alemania en el Mundial, muchos apoyaron a la escuadra azteca en el partido ante Holanda.

EL DATO

Trotamundos del deporte

Miguel Layún comenzó en el mundo del futbol como integrante de las fuerzas básicas del Cruz Azul, aunque sus primeros minutos sería en los Tiburones Rojos del Veracruz, en 2007.

Dos años después, sorprendió al probar suerte en el Atalanta italiano, donde se convirtió en el primer mexicano en jugar en la Serie A.