Este año, con la ventaja de la experiencia acumulada desde entonces y sin ninguna lesión de cuidado, el dominante ala cerrada espera cobrar una revancha personal y ser el factor para que impulse a los Patriotas a ganar ese elusivo anillo que se les ha negado desde hace una década."Es mucho mejor llegar sano, recuerdo hace unos años que cada pregunta que me hacían era sobre mi tobillo", recordó Gronkowski, quien hace tres años se lastimó en la final de la AFC. "Cada cuatro segundos alguien me preguntaba por eso. Ahora es mejor venir aquí con la única preocupación de jugar ante los Halcones Marinos; el sólo hecho de tener que pensar sólo en los entrenamientos es mucho mejor a lo que viví".En el Super Bowl ante los Gigantes, Gronkowski fue inefectivo y apenas tuvo dos recepciones para 26 yardas."Es un honor estar de vuelta en un Super Bowl, este año nos unimos como equipo, peleamos fuerte y aquí estamos", añadió el jugador. "Pero no podemos estar contentos con sólo estar aquí. Hay que seguir trabajando para enfrentar a Seattle".Cuando está sano, Gronkowski ha probado ser una pesadilla para cualquier defensiva porque tiene la velocidad suficiente para crear la separación ante los linebackers y la altura para superar a los esquineros.Los jugadores de la defensiva de Seattle han hablado mucho sobre la importancia de frenarlo, como una de las claves para conseguir el triunfo el próximo domingo."Son una gran defensa, tienen muchos grandes jugadores en todo ese equipo. Son físicos, son rápidos y lo más importante es que siempre están bien preparados. Debemos estar listos, entrenar fuerte y prepararnos para ellos", añadió Gronkowski, quien a lo largo de su carrera ha sido frenado más por las lesiones que por los defensivos."He superado muchas lesiones, todas son feas. Nunca quieres estar lesionado, eso es un hecho. Pero no quiero hablar más de las lesiones, es algo que está en el pasado, ahora quiero concentrarme sólo en Seattle", concluyó.