La excepción a la regla

Habían pasado tantos años desde la última celebración de un título de Serie Mundial para los Yanquis, que hasta la ceremonia de ayer en el Bronx lució refrescante.

Ocho años. Es lo que había transcurrido desde la última vez que los “Bombarderos” se coronaron en el beisbol de las Grandes Ligas. Para muchos, es un periodo razonable de tiempo. Pero no para el “Jefe” George Steinbrenner. Eso era sinónimo de insulto. En ese periodo, franquicias como Arizona y Florida ganaron la Serie Mundial. ¡Los odiados Medias Rojas lo hicieron dos veces! Pero no sus Yanquis.

Hasta que en 2009 acabó la espera del “Jefe” y de los millones de fanáticos de esta novena. En el “Clásico de Otoño”, Nueva York dominó a los Filis de Filadelfia -un trabuco de equipo capaz de pegarle a cualquiera- y selló la corona 27 para la franquicia.

Y la alegría de la fanaticada se reflejó ayer con la asistencia al parque de pelota. Lleno hasta el tope, para ver la ceremonia donde se entregan los anillos conmemorativos por el campeonato.

Resultó extraño ver a Hideki Matsui vistiendo el uniforme de los Angels, el equipo visitante ayer en el Yankee Stadium. Un hombre que se entregó a los Yanquis, y que fue el MVP (Jugador Más Valioso) de la Serie Mundial 2009. Pero que se mudó a Anaheim en el receso de temporada. Cosas del beisbol. Cuestión de dólares y centavos.

Pero el japonés recibió cariño de la exigente y sofisticada fanaticada yanqui. Vaya, no tanto como el símbolo del equipo, Derek Jeter, o Alex Rodríguez, quien finalmente conquistó un anillo de Serie Mundial tras años de ser cuestionado por ser un hombre débil e improductivo en los momentos claves.

Hasta el “Jefe” estuvo presente en su changarro. ¿Qué tiene de raro? Por cuestiones de salud, Steinbrenner cedió las operaciones del equipo a sus hijos, y ha optado por el bajo perfil. En poco más de un año, solamente ha ido a cuatro juegos en el nuevo estadio, refugiándose la mayor parte del tiempo en su casa de Tampa.
Según reportes de la prensa neoyorquina, en cuanto recibió su anillo, Steinbrenner se mostró muy emotivo. Cómo ha pasado el tiempo. Hasta el hombre de la mano dura e inflexible cambió. Todo, por el orgullo de formar parte de los Yanquis.

Jerry el golfista.- Hasta nos tallamos los ojos cuando vimos por primera vez la noticia. Pero era verdad. Jerry Rice hará su debut como golfista profesional este fin de semana en el Fresh Express Classic, un torneo que forma parte del Nationwide Tour (similar a una Primera “A” del PGA Tour, para explicarlo mejor).

Sí, el Jerry Rice que se volvió leyenda en la NFL con los 49ers, y cerró su carrera con Oakland y Seattle. El hombre que será inducido al Salón de la Fama en agosto. El mismo que viste y calza. Que por cierto no es ningún improvisado en el golf, al menos a nivel amateur. Pero, ¿en lo profesional?

“El mayor problema será calmarme cada vez que pegue un tiro malo”, dijo Rice. Bueno, pues. A ver si la magia que tuvo en los emparrillados aparece, pero ahora en los fairways del TPC San Francisco.

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