La excepción a la regla

Hace poco más de 14 meses, Ben Roethlisberger y Santonio Holmes se combinaron para el touchdown de la victoria, que significó el sexto título de Super Bowl para los Acereros de Pittsburgh.

Cómo cambian las cosas. A Holmes le acaban de dar una discreta patada en donde termina la espalda -depositándolo con los Jets de Nueva York-, y al “Big Ben” le espera un buen jalón de orejas, por los líos legales en que se metió.

Todo esto es música para los oídos de la familia Rooney, propietaria de los Acereros. Claro, las palabras anteriores llegaron con un grado intenso de ironía.

La forma en cómo operan la franquicia de Pittsburgh es singular. Pero en el buen sentido de la palabra (para que Jerry Jones no se pare el cuello, por favor). Cualquier persona que llegue a trabajar con los Acereros, se integra a un concepto de “familia”. Con una serie de lineamientos nada extraordinarios, pero que deben ser observados al pie de la letra. Uno de ellos: tener bajo perfil, sin escándalos. Cuidar la imagen.

¿Y qué hicieron dos íconos actuales de la franquicia? ¡Correcto! Meterse en problemas, y humillar el prestigio de los jefes.

Holmes primero enfrentó una demanda por presunta violencia en un bar contra una mujer. Y luego, violó el código de sustancias prohibidas que tiene la NFL, lo cual le ameritó una suspensión de cuatro partidos, efectiva para la campaña regular 2010.

Pittsburgh puso al jugador en el mercado, sin ocultar el “detallito”. Y los Jets le entraron al toro por los cuernos, con un canje que puso a Holmes en Nueva York y a una futura selección del Draft -quinta ronda, un precio muy bajo- con los Acereros.

Pero lo que más preocupa a los Rooney es el estado actual de su quarterback, Ben Roethlisberger.
Ayer, el “Big Ben” fue notificado que no serían presentados cargos en su contra, por un supuesto ataque sexual en contra de una mujer en el estado de Georgia. Pero que no respire hondo y profundo, porque sus problemas todavía no terminan.

Roethlisberger todavía debe comparecer ante Roger Goodell, comisionado de la NFL, y podría recibir una suspensión, por violar el código de conducta que tiene la liga.

Este asunto es el que le ocasiona agruras a los dueños de Pittsburgh. Art Rooney II no se anduvo con rodeos, afirmando que Roethlisberger debe ganarse otra vez la confianza de sus compañeros y de la ciudad -donde los Acereros son religión-.

“Los Acereros de Pittsburgh toman muy en serio la conducta de sus jugadores y el staff. Ben debe comportarse a la altura, y asumir las responsabilidades de liderazgo que esperamos de él”, dijo Rooney en un comunicado.

¿Así o más claro? Si el “Big Ben” libra la suspensión de la liga, que se venga de rodillas hasta Chalma. Y luego, que se regrese de igual forma, porque tiene mucho trabajo en puerta. Nada menos que recuperar su prestigio y la confianza que la franquicia alguna vez depositó en él.

La pregunta.- ¿A qué hora Roger Goodell va a soltar el calendario 2010 de la NFL? Ya se tardó. Los Santos de Nueva Orleáns recibirán el primer juego de la campaña -el 9 de septiembre-, y se rumora que será contra los Vikingos de Minnesota.

Correo electrónico: luis.hernandez@informador.com.mx