La excepción a la regla

Resulta muy extraño ver a Donovan McNabb sosteniendo el jersey de Washington, luego de una década en que defendió los colores de las Águilas de Filadelfia.

Pero... no se trataba de ningún espejismo. Amigo lector, prepárese para un nuevo episodio en la siempre divertida novela que es la División Este de la Conferencia Nacional, una de las más peleadas en la NFL.
McNabb fue presentado ayer como el nuevo quarterback en Washington, luego de ser canjeado el domingo, y en donde Filadelfia recibió a cambio dos selecciones de Draft.

“Es un nuevo capítulo en el libro de Donovan”, afirmó el jugador, en la conferencia que se efectuó en el Redskins Park.

Irónico. Porque de todos los destinos posibles que se manejaron para McNabb, Washington era quizá el menos probable. ¿Cómo pensar que se iría a un rival divisional? Pues ándele, que sí ocurrió eso.
Los Pieles Rojas proyectan para 2010 el recuperar algo del brillo que han perdido en años recientes. Su dueño, Daniel Snyder, es un brillante hombre de negocios, pero que se convirtió en el enemigo número uno de los aficionados, por su torpeza para manejar la franquicia.

Pero parece que Snyder finalmente entendió su papel: hacerse a un lado, y dejar que las operaciones sean llevadas por dos hombres de colmillo largo y retorcido, como son Bruce Allen (gerente general) y Mike Shanahan (entrenador en jefe).

Tras un año sabático, Shanahan regresa a la NFL. Su historial incluye dos títulos de Super Bowl, con los Broncos de Denver, en los años finales de la carrera de John Elway.

Aquí es donde empiezan las comparaciones ociosas.

McNabb cumple 34 años en 2010, la misma edad que tenía Elway cuando Shanahan se convirtió en head coach de los Broncos. Aunque no fue de forma instantánea, precisamente, esos fueron los años más productivos del famoso “7” de Denver.

“Espero seguir por el mismo camino”, bromeó McNabb.

Pues que no espere milagros en la campaña entrante. Dallas, los Gigantes de Nueva York y Filadelfia les llevan ventaja, y los Pieles Rojas son candidatos al último sitio, aunque con esperanza de rondar los .500 de porcentaje en ganados y perdidos.

Por lo pronto, Washington es un segundo aire para el quarterback, luego de que se agotó su tiempo en Filadelfia. Hasta eso, McNabb no habla del tema como si fuera un amargo divorcio.
“Me hubiera gustado quedarme en Filadelfia, pero eso no ocurrió”.

El gran perdedor.- Jason Campbell. Con récord de 15-39 como titular, no pudo establecerse como el quarterback que Washington necesitaba.  Ahora, ni para suplente le alcanza, luego de que Shanahan firmó a Rex Grossman como segundo mariscal.

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