Sábado, 23 de Noviembre 2024
Deportes | Por Luis Hernández

La excepción a la regla

Algo es algo

Por: EL INFORMADOR

¡Vaya! Los dueños de la NFL hasta sorprendieron con lo rápido que encontraron un arreglo para el “tema light” en la agenda de la reunión anual, que es el tiempo extra.

Ayer, amigo lector, señalábamos en este espacio el interés de los propietarios y el mismo comisionado, Roger Goodell, porque se modificara la regla del tiempo suplementario.

El motivo: al ser muerte súbita, los equipos que perdían el volado prácticamente nunca tenían al menos una oportunidad a la ofensiva, y se quedaban observando cómo la victoria se iba a la banca opuesta. En las últimas temporadas, la estadística en este renglón se incrementaba de forma considerable, traduciéndose en facturas caras a pagar para los equipos que se consideraban “dañados” (monetaria o una ausencia en playoffs).

Y aunque usted no lo crea... lo improbable se dio en Orlando. Con votación de 28 a favor y 4 en contra, se aprobó la iniciativa presentada por el Comité de Competencias, para dar el cambio a la regla.

Ahora, si un equipo pierde el volado previo al tiempo extra, podrá tener al menos una serie ofensiva en la prórroga, siempre y cuando solamente admita un gol de campo al rival.

En caso de que se den una serie ofensiva por equipo, y anoten sendos goles de campo, el partido sigue, con las reglas actuales de la prórroga.

Pero, si el equipo que gane el volado y reciba la primera ofensiva, anota un touchdown, el juego se acaba y la otra escuadra seguirá quedándose como el “chinito”. Ah... y se me olvidaba: la nueva regla aplica solamente para los playoffs.

Antes de protestar, mejor respiremos, y veamos el lado amable de todo esto. Es la oportunidad para que un juego de postemporada -en cualquiera de los tres fines de semana- añada un poco más de drama, y no tenga un final rápido e insípido.

En los últimos dos playoffs, se han dado un caso por campaña. No consideramos el Green Bay-Arizona de este año, porque los Empacadores ganaron el volado, y tuvieron la primera serie ofensiva, aunque perdieron el juego.

El 3 de enero de 2009, San Diego (que había ganado la división con un mediocre 8-8) derrotó por 23-17 a Indianápolis. Los Cargadores ganaron el volado, movieron el ovoide y ganaron con un acarreo de 22 yardas, cortesía de Darren Sproles. Peyton Manning y la ofensiva de los Potros jamás tocaron el ovoide.

Este año, Nueva Orleans aplicó el mismo truco en el juego por el título de la NFC ante Minnesota.

Los Santos ganaron el volado, y 10 jugadas después, Garrett Hartley pateó el gol de campo que catapultó a Nueva Orleans al Super Bowl, por 31-28. Mientras que Brett Favre y los Vikingos... se tragaron el coraje.
Los cuatro equipos que votaron en contra del cambio fueron Buffalo, Cincinnati, Baltimore y Minnesota.

Curiosamente, este último salió “raspado” por la regla del tiempo extra, pero su propietario, Zygi Wilf, justificó su voto alegando que necesitaban encontrar consistencia entre la campaña regular y los playoffs.
Bueno, pues... al rato no se vaya a quejar, señor Wilf (y menos si Brett Lorenzo Favre comete otro error infantil).

Correo electrónico: luis.hernandez@informador.com.mx

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