La excepción a la regla

Hablemos de manera hipotética. Si usted, amigo lector, tuviera que encabezar una mesa de discusión acerca de quién es el sucesor de Michael Jordan como figura de la NBA... ¿a quién escogería como candidato número uno?

Diga nombres, que se vale opinar. Ahí está LeBron James. O quizá Kobe Bryant. ¿Qué tal Shaquille O’Neal o Tim Duncan?. Todos con méritos suficientes, que incluyen títulos en su currículum (salvo LeBron, que todavía no se estrena en ese renglón).

Antes de que se enoje con quien esto escribe, le explico el punto de esta columna: comprobar lo desesperada que está la NBA por encontrar a su siguiente “monstruo” de las duelas, algo que no se ha logrado en más de una década.

Las otras ligas profesionales en Estados Unidos no la tuvieron tan complicada. Con el adiós de una figura, llegó otra a llenar ese vacío -guardando diferencias, claro está... queremos prevenir que protesten los fanáticos de Joe Montana y Wayne Gretzky-.

Pero... el basquetbol sigue esperando.

Lo hecho por Jordan está difícil de igualar. Me refiero al impacto global, tan grande que alcanzó ese nivel exclusivo, al que solamente pertenecen nombres de íconos como Pelé y Muhammad Ali.

Las miradas apuntan a que LeBron James podría ser el elegido (“The chosen one”, para ponerle nombre elegante en inglés). Hay muchas similitudes.

Ambos -en sus épocas respectivas- son dominantes sobre la duela. Maestros de la mercadotecnia y publicidad. Líderes natos. Y su simple presencia intimida.

Que Jordan ganó seis títulos... sí, de acuerdo. Pero el primero llegó hasta su séptima campaña en la NBA, ya que siempre se topaba con una pared llamada Boston o Detroit.

Armado el “trabuco”, con secuaces como Scottie Pippen, John Paxson o Dennis Rodman, nadie paró a los Toros de Jordan.

LeBron no tiene títulos... pero ésta es su séptima campaña en la NBA. Y finalmente, con un roster muy decente en Cleveland, que es el mejor equipo de la liga. Una coincidencia más.

¿Por fin respirará la NBA, al encontrar al heredero de Jordan? Paciencia. Lo sabremos en junio.

La respuesta a la trivia.- James Worthy y Sam Perkins fueron los compañeros de Michael Jordan en North Carolina, cuando ganaron el título colegial en 1982.

Worthy jugó de 1982 a 1994 con los Lakers de Los Ángeles, mientras que Sam Perkins lo hizo de 1984 a 2001 con Dallas, Lakers, Seattle e Indiana.

Gracias a Zadoc Téllez (vía e-mail) y al usuario registrado como Jonathan Compton (en la página web de EL INFORMADOR), por su respuesta correcta.

Una trivia más.- Michael Jordan se convirtió en leyenda con Chicago. Pero hubo un equipo que pudo seleccionarlo antes en el Draft de 1984. ¿Qué escuadra era y a quién eligió en su lugar?

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