La TV no ve una Guadalajara olímpica

GUADALAJARA, JALISCO (22/OCT/2011).- Son famosos pero también sinceros. Comentaristas deportivos y presentadores de noticias en televisión que ya han estado en un sinnúmero de justas deportivas de talla internacional. A ellos ya nadie se las platica; por eso son contundentes: los de Guadalajara 2011 son los mejores Juegos Panamericanos de la historia, pero eso no alcanza para pensar en unos Juegos Olímpicos. “Es un sueño, como alguna vez soñamos con estos Juegos; unos Olímpicos no es cualquier cosa”.

José Ramón Fernández Álvarez, también conocido como Joserra, comentarista deportivo, tiene en su haber nueve copas mundiales de futbol y nueve juegos olímpicos y ha narrado más de tres mil partidos de futbol profesional. Este comentarista, quien por muchos años alineó en TV Azteca, hoy es titular de tres programas en ESPN. Después de hacer sus enlaces nocturnos, califica a la ciudad: “Guadalajara, la veo muy bien; es una gran ciudad con gente muy cálida”. ¿El desarrollo de los Juegos? Bien, a secas: “Tienes unas transmisiones buenas, pero (a las) que todavía les falta: falta gente en las gradas, fiesta en la calle, hay problema con el boletaje”.

Pero su punto de vista acerca de que Guadalajara pueda albergar unos Juegos Olímpicos es contundente: “No, los Juegos Olímpicos es otra cosa; aquí no se ha roto ni un récord mundial; no tienes la infraestructura, las vialidades, la hotelería; falta, falta… en unos Olímpicos vienen los europeos y te derrumban todo; viene Rusia, Alemania, China… No; unos Juegos Olímpicos, no”.

Carlos Loret de Mola, reportero y titular del noticiero matutino de Televisa, quien también ha cubierto Juegos Olímpicos, dice que ha Guadalajara sí le alcanza para pensar en la grande: “Por supuesto. Guadalajara es muy bonita, pero no sólo por sus cosas típicas o tradicionales; a mí me gusta por sus restaurantes de avanzada, su hotelería, su gente”.

Gerardo Valtierra, otro periodista de Televisa, afirma que pensar en unos Juegos Olímpicos “es un sueño, como alguna vez soñamos con estos juegos, pero unos Olímpicos no es cualquier cosa”. Según las cuentas del periodista, que viaja cada cuatro años desde Sidney 2000, “debes de tener una infraestructura vial suficiente, los estadios deben de estar cerca el uno del otro, no como ahora, donde mucho tiempo se va en traslados”. Si Guadalajara fuera sede olímpica, sería una decisión “de aquí a 20 años, y en esos 20 años todas tus instalaciones serían obsoletas, el Omnilife sería un estadio viejito”.

Demasiada seguridad

No es que estén en contra de la seguridad, pero es cierto que tanto policías “asustan a la gente”, afirma el comentarista y director de contenidos de Sky Sports Édgar Valero. “Como que la gente anda arisca con tanta seguridad, no están saliendo o no están haciendo la fiesta como pueden hacerla; los mexicanos por lo general son muy fiesteros, pero a la calle le hace falta fiesta”.

Por su parte, el titular del noticiero deportivo nocturno de TVC, Gerardo Velázquez de León, afirma que, a pesar de que hay un carril “rojo”, los tiempos de traslado de un estadio a otro son caóticos. “La seguridad y el transporte son dos cosas que se tienen que revisar para la siguiente semana; nosotros, como periodistas, perdemos mucho tiempo”.

Con más de 40 años de experiencia, para Diego Méndez Calero, Guadalajara 2011 son sus decimos panamericanos y Londres 2012 serán sus octavos Juegos Olímpicos cubriendo para Radio Rebelde, una radiodifusora de Cuba. “Guadalajara tiene instalaciones muy bonitas. La laguna donde fue el canotaje (Zapotlán el Grande) es una cosa espectacular”. Para él, Guadalajara sí puede albergar unos Juegos Olímpicos siempre y cuando cuiden más “la organización, chico; porque la seguridad me parece excesiva (aunque) la gente nos ha tratado con mucho cariño”.

EL DATO
Los de la idea

Tanto el gobernador como el titular del Copag, Carlos Andrade Garín, han sugerido que Guadalajara podría pedir la sede de unos futuros Juegos Olímpicos

FRASES

''No, los Juegos Olímpicos es otra cosa; aquí no se ha roto ni un récord mundial; no tienes la infraestructura, las vialidades, la hotelería; falta, falta… ''

José Ramón Fernández, comentarista de ESPN

''Guadalajara es muy bonita pero no sólo por sus cosas típicas o tradicionales; a mí me gusta por sus restaurantes de avanzada, su hotelería, su gente ''

Carlos Loret de Mola, titular del noticiero matutino de Televisa

''La decisión de los Olímpicos sería de aquí a 20 años, y en esos 20 años todas tus instalaciones serían obsoletas, el Omnilife sería un estadio viejito ''

Gerardo Valtierra, comentarista de Televisa Deportes

LA CAMINATA
Para leer al agave Leo

Vanesa Robles

¿Cómo leerían Ariel Dorfman y Armand Matterlart a Leo y a Gavo, las mascotas de los XVI Juegos Panamericanos? Es casi seguro que la venadita Huichi no se escaparía del análisis marxista de los legendarios autores de Para leer al pato Donald, un análisis setentero que concluyó que el pato es la mascota del imperialismo yanqui. Pero, ¿Leo y Gavo? ¿O los carteles de la marca de frijoles enlatados nombrada “el sabor del juego”? ¿Cómo serían interpretados desde la comunicación de masas y colonialismo?

Porque comunicación de masa sí son. O al menos son comunicación para la raza que espera el tardadísimo ruta 24, en la esquina de López Mateos casi Tezozómoc, y que mira, de reojo y deprisa, tres opciones del “sabor del juego”: a) una lata junto a una ilustración de salto de altura —que aún ni se juega en los Panamericanos—, y entiende que hay que comer frijoles charros para llegar alto; b) un frasco cerca del dibujo de un basquetbolista, y entiende que hay que atracarse de mayonesa para atinarle al éxito, y c) otra lata, casi rozando a un velocista, y entiende que para correr recio hay que echarse unos frijoles bayos refritos de la marca patrocinadora.

Los que viven en este país saben que los frijoles están en el subconsciente de los mexicanos, haya o no competencias, por lo cual la única explicación que queda es que los publicistas de esta nación fueron quienes se chutaron del análisis marxista de Dorfman y Matterlart.

Luego, fueron a convencer a sus patrones para que soltaran unos millones y pudieran decir el banco que poseen es el banco oficial de los Panamericanos y su tienda de autoservicio es paranamericana y la empresa de telefonía es la “red de los Panamericanos” y la compañía de tarjetas de crédito, la que da el pase para gol, que “no tiene precio”… Porque en estos días, en Guadalajara, los restaurantes, gimnasios, lubricantes para automotores, farmacias, canales de televisión, tortas ahogadas y cenadurías andan con el espíritu de la “Fiesta de América” muy a flor de piel.

En julio pasado, el director de Comercialización y Mercadotecnia del Comité Organizador de las competencias, Horacio de la Vega, anunció que la justa tenía 50 patrocinadores, y a mediados de agosto el gobernador de Jalisco, Emilio González, presumió que éstos habían apoquinado 60 millones, “la cifra más alta lograda en unos Juegos Panamericanos”.

Habría que distinguir, sí, a los patrocinadores oficiales y a los piratas y las motivaciones de cada bando. Por ejemplo, en el poniente de la ciudad hay un bar que ha sido designado el oficial de los Juegos y un restaurante que dice poseer la misma categoría; en cambio, el puesto de tortas de pata y salchichón de la colonia Lindavista, en Tlaquepaque, no puede comprobar ninguna oficialidad. Eso, además de que los oficiales argumentan que quieren “posicionar” su marca, mientras que los pirata se conforman con vender más.

La pregunta es si unos y otros lo logran. ¿Será que la marca de frijoles disparará sus ventas de bayos refritos gracias a los deportistas extranjeros, o que la tarjeta de crédito meterá varios goles que no tienen precio nomás por ser oficialmente panamericana? ¿Será que Dorfman y Matterlart tenían razón, pero los más beneficiados por su teoría fueron los publicistas?