Japón y Estados Unidos por el título

FRANKFURT, ALEMANIA (17/JUL/2011).- Un mismo hotel es la sede de Japón y Estados Unidos protagonistas de la final del Campeonato Mundial de Futbol Femenil 2011 en Frankfurt.

Un operativo de seguridad integrado por policía local, nacional y especial, así como anuncios permanentes en las estaciones del tren se sumaron a la adrenalina que ya se vive en esta ciudad, una de las que más vive con pasión el futbol.

Las selecciones cerraron sus preparaciones para el encuentro de este día en el que la ganadora hará historia: Estados Unidos busca ser el primer país en tener tres títulos consecutivos y Japón ser el primer equipo asiático en conseguir el Campeonato del Mundo.

El trabajo de Japón es para muchos sorpresivo, pero no para quienes conocen sus antecedentes de una generación que sacrifico sus posibilidades internacionales para quedarse en su país consolidando una liga profesional que además de mantener a todo el equipo en un mismo ritmo, les diera la posibilidad de mayores concentraciones y la fortaleza de nuevos talentos.

"Este equipo se complementó y creció a partir de en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, desde entonces llevamos jugando juntos tres años y hemos madurado junto, todas están de acuerdo en que la meta es la selección, algunas incluso desde hace diez años comenzaron a sumarse al proceso con temporadas más largas en Japón que se hicieron cotidianas a partir de 2008", explicó el entrenador nipón,  Norio  Sasaki.

Homare Sawa, quien lleva en su cuenta cuatro tantos, tres de ellos realizados ante el equipo mexicano, es la máxima goleadoras de Japón en esta  Copa del Mundo se sabe vigilada, pero como es su esencia también es cautelosa, “estamos preparados para ganar, es nuestro sueño y cada vez está más cerca, lo sentimos en cada paso y estamos a menos de un instante de la Victoria”.

Por su parte la selección de Estados Unidos tuvo una sesión ligera recreativa en la que su jugadora Abby Wambach fue la encargada de hablar por el resto de las jugadoras, mostrando su poderío de 1.81 metros que serían la diferencia física con el equipo nipón, aunque ella reconoce que no es lo único de su equipo, “sabemos nuestras fortalezas pero también nuestras debilidades, queremos ser un equipo campeón y vamos a sacar provecho de todo, desde lo físico, hasta lo mental porque luchamos de corazón por esta final”.

Patricia Peña /Enviada